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| Tucson está rodeada de enormes montañas. |
Sólo una mañana y poco más dediqué a visitar la segunda ciudad de Arizona en importancia: Tucson. El clima, por suerte para mí en esta mañana de Enero fue fantástico. Mis amigos Travis y Cody me enseñan la ciudad en coche mientras me aconsejan lugares aquí y allá para mi próxima visita.
Tucson está enclavada entre parques nacionales, bosques y sobre todo el famoso desierto en el que se organizan montones de actividades de aventura, de esas que te ofrecen hasta la saciedad por todas partes.
Aproximadamente 500.000 habitantes son los que tiene Tucson, algo menos que Málaga capital y se nota que es un poco menos “moderna” y cosmopolita que Phoenix. Aquí te vas a encontrar con una arquitectura propia de lo conocemos por el viejo oeste, reminiscencias mexicanas e indias abundan por todos los rincones de la ciudad.
En Tucson encontrará podrás practicar el golf en campos de color esmeralda, recorrer los parques naturales, disfrutar de la fauna del desierto o visitar el Museo de Arizona-Sonora.
Tanto en la arquitectura, cómo en la música o la cocina de Tucson se nota mucho la influencia indígena, pero también la del paso de españoles y mexicanos.
En el centro de Tucson se encuentra casi todo. Pintorescas casas de adobe que tienen una variedad de colores alucinante y grandes mansiones, dejan paso a unos cuantos rascacielos.
Mis amigos me piden que no deje de recomendaros las excursiones a alguno de los pueblos del Viejo Oeste, y también que no dejéis de ver algún que otro rodeo (esto no me lo he perdido yo).
Tucson, en el sur de Arizona está enclavada en pleno desierto de Sonora, y es el único lugar del mundo en el que crecen los sahuaros gigantes.
La ciudad está en el interior de un valle de más de 1,200 kilómetros cuadrados y la rodean una serie de prominentes cordilleras de más de 2,700 metros de altura, lo que hace que casi todo el año goce de un clima más bien agradable.
