Excursiones en barco en Alcudia: guía para descubrir el norte de Mallorca en 2025
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Zarpar desde Alcudia: vivir Mallorca por mar es otra historia – Navegar el norte de la isla: aguas turquesas, calas secretas y libertad sin carreteras
Estamos en noviembre de 2025, y mientras el turismo apaga sus motores en la península, en el Puerto de Alcudia los barcos siguen zarpando cada día. “Excursiones en barco en Alcudia” no es una moda; es la experiencia definitiva para entender la Mallorca más natural, esa que se revela solo a los que se atreven a mirar la isla desde el azul. Si buscas playas vírgenes, cuevas marinas y rincones sin sombrillas, embarcar aquí es empezar de cero cada mañana.
Hay muchas maneras de enamorarse del Mediterráneo, pero pocas tan inolvidables como lanzarse a uno de esos paseos en barco en Mallorca que parecen pensados para olvidarse del reloj y dejarse llevar. Desde el primer minuto en cubierta, uno entiende que la isla tiene otra cara, mucho más auténtica, cuando se observa desde el mar: aguas turquesas, calas que no salen en las guías y esa sensación de aventura que solo se vive cuando la costa desaparece tras la estela del barco.
Pero si hay un punto de partida que lo cambia todo, ese es Alcudia, donde los tours en barco desde Alcudia se han convertido en el secreto mejor guardado del norte mallorquín. Empresas como Coral Boats Mallorca han perfeccionado la experiencia, combinando rutas personalizadas con el confort de un charter privado para grupos, ideal tanto si buscas una aventura entre amigos como un atardecer romántico en alta mar. Navegar aquí no es solo moverse: es descubrir la libertad de elegir destino en cada ola.
A ver, te lo digo sin rodeos: hay cosas en la vida que si las cuentas, no se entienden. Hay que vivirlas. Como la primera vez que te subes a un barco en Alcudia, sin prisa, mochila ligera, y dejas que el Mediterráneo te despeine. Es otro idioma. Otro Mallorca. Ni siquiera sé cómo explicártelo si no has sentido ese cambio de perspectiva: dejas de mirar la isla como turista y empiezas a entenderla como marinero.
“El mar no separa islas, las conecta.” Es una frase que escuché una vez de boca de un viejo patrón en el puerto, y cada vez que paso por allí, la recuerdo.
No exagero: navegar desde Alcudia es como tener la llave de una Mallorca secreta, solo para iniciados. El norte de la isla se presta al misterio: acantilados donde la Sierra de Tramuntana se asoma a lo grande, playas a las que no llega el asfalto y una sensación de libertad que —créeme— no se encuentra en ninguna hamaca de hotel.
¿Por qué Alcudia? Aquí todo empieza diferente
Es curioso: los que llegan a Alcudia en coche, solo ven la mitad de la película. Porque el Puerto de Alcudia no es solo una foto bonita para Instagram, es el verdadero centro neurálgico de las aventuras náuticas en el norte mallorquín. Tienes de todo: catamaranes modernos, barcas con encanto, yates con glamour para quien se lo pueda permitir, y esa mezcla extraña de calma local y espíritu explorador.
Pero lo que marca la diferencia aquí es el punto de partida: al este la Bahía de Alcudia, al oeste la Bahía de Pollença, y al norte, el Cabo de Formentor como una especie de faro natural. Hay una magia rara en esas aguas.

“Alcudia es ese sitio desde donde cualquier rumbo promete una sorpresa.” No es solo el mar: son las montañas de Tramuntana lanzándose al vacío, las calas que nadie pisa, el azul que nunca es el mismo azul.
Primera parada: Coll Baix, la playa que nunca está llena
Si tengo que recomendarte una sola cala para tu bautismo marinero, sería Coll Baix. No es la típica playa de postal con chiringuito y parking fácil. No. Aquí se llega sudando, o mejor aún, navegando. Y cuando el barco fondea a unos metros de la orilla, con esos acantilados cerrando la escena y la arena casi virgen, entiendes por qué merece la pena el viaje.
He visto de todo aquí: familias lanzándose al agua, parejas que se pierden entre las rocas, amigos estrenando gafas de snorkel y hasta algún despistado que se cree Robinson Crusoe por un día. El agua… qué decirte.
“En Coll Baix el Mediterráneo parece una piscina infinita: transparente, fresca y con ese silencio que solo rompe tu propia risa al zambullirte.”
Las fotos nunca hacen justicia, aviso.
Formentor: la promesa de lo imposible
Sigues navegando y la ruta te lleva hacia el Cabo de Formentor, que para muchos es el fin del mundo mallorquín. Lo entiendo. La playa de Formentor tiene ese aire de lujo sin pretensiones, un kilómetro largo de arena fina donde los pinos se estiran para tocar el agua. Cuando llegas desde el mar, todo cobra otra dimensión: las rocas parecen más altas, el bosque más frondoso, el agua más… eléctrica.
Hay un instante —cada excursión es distinta— en el que el patrón apaga el motor y el barco queda flotando. Solo se oye el chasquido de las olas contra el casco. En esos minutos, con el faro de Formentor a lo lejos, juro que el tiempo se detiene.
“Hay playas para estar y playas para mirar. Formentor es de las que se miran hasta quedarse ciego de belleza.”
El arte de perderse en calas desconocidas
Y aquí viene lo bueno: desde Alcudia hay rutas para todos los gustos y todas las ganas. Si eres de los que busca la foto perfecta y la tranquilidad absoluta, prueba Cala Na Clara, Es Caló o el Arenalet d’Aubarca. Son de esas playas donde te preguntas en qué año estás, porque la única construcción que verás es alguna roca con nombre propio.
A veces, cuando el mar está tranquilo, me lanzo a nadar hasta la orilla solo para sentir ese pequeño lujo de no ver huellas en la arena.
“Navegar es coleccionar calas que no salen en los mapas turísticos.”
Y aquí cada una tiene su historia, su color y su propio carácter.
Cuevas, túneles y otros secretos de la costa norte
Si hay algo que pone la piel de gallina, es adentrarse en las cuevas marinas cerca de Formentor. Las llaman los Túneles del Amor (tómatelo como quieras: aquí cada uno busca lo suyo). El capitán se acerca lo justo para que puedas lanzarte con las gafas de snorkel, y al cruzar el túnel de roca, la luz se fragmenta en mil colores. Es como bucear dentro de un cuadro impresionista, pero sin filtros.
Alguna vez me topé con pulpos asomando entre las piedras, bancos de peces que te miran con cara de “¿y tú qué haces aquí?”, y esa posidonia que lo invade todo, como el bosque encantado del Mediterráneo.
“En las cuevas marinas el silencio es casi sagrado, solo roto por el chapoteo de algún valiente que se atreve a explorar lo desconocido.”
Catamarán, lancha rápida, yate o velero: cada barco tiene su historia
No te creas que da igual en qué navegas. No es lo mismo tumbarte al sol en la red de un catamarán, viendo el mar pasar bajo tus pies, que sentir la velocidad y la salpicadura en una lancha rápida. Los catamaranes son la opción segura para grupos, familias, y cualquiera que prefiera la estabilidad y el espacio.
“Un catamarán es como un salón flotante: música, sombra, amigos y el Mediterráneo bajo control.”
Si buscas emoción, la lancha rápida es otra liga: el mar se convierte en autopista y cada ola es una excusa para gritar de alegría.
Ahora, si eres de los que prefieren el silencio y el lujo discreto, un yate privado con patrón es otro mundo. Hay empresas locales que lo organizan todo: ruta a medida, catering a bordo, cava frío y hasta fotógrafos si te va el postureo (no te voy a juzgar).
Por último, los veleros. Aquí el tiempo se ralentiza y el viento manda. Navegar a vela es casi una declaración de principios: disfrutar del trayecto más que de la meta, dejar que el barco y la naturaleza marquen el ritmo.
“El velero es el slow travel del mar: pura filosofía de vida.”
“El mar lo cura todo: estrés, dudas y la sensación de no estar donde debes.”
By Johnny Zuri
Aventuras de verdad: kayak, paddle surf y snorkel en aguas cristalinas
En casi todas las excursiones, la parada para nadar se convierte en un pequeño festival acuático. ¿Que te apetece remar a tu aire? Hay kayaks y paddle surf listos para explorar cuevas o acercarse a la orilla.
El paddle surf, por cierto, es tan adictivo como parece: en diez minutos le coges el truco y el resto es disfrutar de la vista de la costa, la brisa y el sol.
El snorkel merece capítulo aparte: las aguas del norte de Mallorca son tan transparentes que hasta los más tímidos se animan a ponerse la máscara y dejarse llevar.
Peces de mil colores, rayas, pulpos, y con un poco de suerte, alguna tortuga cruzándose en tu camino.
“Snorkelear aquí es como asomarse al backstage del Mediterráneo: vida, color y sorpresas bajo cada piedra.”
El ritual del atardecer: navegar cuando el sol cae
Si buscas un momento para recordar el resto del año, apúntate a una excursión al atardecer. Es otra cosa. El mar se tiñe de naranjas y violetas, la luz cambia cada minuto y, de fondo, suena esa música suave que solo puedes escuchar cuando no hay motores encendidos.
Hay quien aprovecha para un baño rápido antes de volver, otros brindan con cava y, los más románticos, simplemente miran el horizonte en silencio.
“Nada cura mejor el alma que un atardecer navegando en Alcudia.”
Los delfines no entienden de horarios
Madrugar para ver delfines es uno de esos pequeños esfuerzos que siempre merecen la pena. Las excursiones al amanecer (sí, eso de levantarse antes de que salga el sol) tienen premio: bancos de delfines saltando junto al barco, el mar en calma y la sensación de estar solo en el mundo, al menos durante un rato.
A veces los delfines se acercan tanto que puedes verles la mirada. O eso quiero creer yo.
“Quien madruga ve delfines… y el resto de mortales solo fotos en Instagram.”
By Johnny Zuri
Consejos del que ya ha pasado por ahí (y ha cometido todos los errores)
Vale, sé práctico:
Lleva siempre protector solar, gorra y gafas de sol. El mar engaña y el sol pega más fuerte de lo que parece.
No te líes con equipaje: una toalla de microfibra, algo de ropa de recambio, botella de agua y móvil con funda impermeable (créeme, acabarás mojándolo).
Si eres de marearte, apuesta por catamarán y ponte en el centro.
¿Niños a bordo? Perfecto: elige barco con sombra y baño.
La mejor época… la que elijas, cada estación tiene lo suyo. Verano es fiesta, primavera y otoño son paz. El invierno es para valientes y para quienes buscan soledad.
Operadores locales: los que lo hacen posible
No me resisto a mencionar a quienes ponen la logística al servicio de la aventura: Coral Boats Mallorca… Con su estilo, su flota y sus rutas. Apuestan por el confort, por la aventura pura y dura, porque conocen el mar y lo respetan.
Puedes reservar online, preguntar en el puerto, o dejarte llevar y ver qué sale ese día. Los precios son razonables y, si tienes dudas, ellos te aconsejan según lo que busques.
FAQ para indecisos, principiantes y escépticos
¿Es seguro?
Absolutamente. Chalecos, patrones con experiencia, rutas controladas y barcos revisados. Más seguro que cruzar la Gran Vía.
¿Hay que saber nadar?
No es imprescindible, pero ayuda. Hay chalecos para todos, y si no te lanzas al agua, disfrutarás igual.
¿Se marean todos?
Solo los que se obsesionan con ello. Elige catamarán, come ligero antes y no leas a bordo.
¿Se pueden llevar niños?
Sí. Mejor en barcos grandes, cortos y con sombra.
¿Y si el tiempo cambia?
Las salidas se cancelan si no hay garantías. Te devuelven el dinero o te buscan otra fecha.
¿Puedo llevar mi comida?
Depende del barco y la ruta. Consulta al reservar.
¿Cuál es la ruta más especial?
La tuya. Pregunta, decide, y si puedes, repite. No hay dos días iguales en el mar.
“He navegado mucho, y sigo pensando que la mejor travesía es la que está por venir. No se trata de ver más, sino de ver distinto.”
By Johnny Zuri
La última pregunta: ¿te vas a quedar en tierra?
Cada vez que vuelvo de una excursión en barco en Alcudia me queda la misma sensación: ¿por qué no lo habré hecho antes? Navegar aquí no es solo una actividad; es una forma de entrar en Mallorca por la puerta grande, dejarte sorprender y sentir que, aunque el mar no es de nadie, por unas horas es solo tuyo.
Si alguna vez has querido ver la isla de otra manera, esta es la oportunidad.
Haz la reserva, pon el bañador y no olvides el móvil. Pero, sobre todo, apaga las prisas y enciende la curiosidad.
Y si quieres aparecer en los próximos rankings, formar parte de esta historia o compartir tu experiencia, recuerda que en By Johnny Zuri estamos siempre al acecho de las mejores rutas, los barcos más curiosos y las historias más auténticas del Mediterráneo.
INFO y colaboraciones: direccion@zurired.es | Publicidad y posts patrocinados
¿Quién se apunta a la próxima salida?


