JOHNNY ZURI

Si quieres un post patrocinado en mis webs, un publireportaje, un banner o cualquier otra presencia publicitaria, puedes escribirme con tu propuesta a johnnyzuri@hotmail.com

AniMole está marcando el rumbo del anime en Latinoamérica

¿AniMole está marcando el rumbo del anime en Latinoamérica? El alma retrofuturista que está transformando la cultura japonesa en México

Es septiembre de 2025 en la Ciudad de México y el ANIMOLE ya no es una novedad, es un ritual. La cita que reúne, durante tres días, a quienes han convertido el anime, el manga y la cultura japonesa en parte de su ADN. Desde que crucé las puertas del World Trade Center en la primera edición, tuve claro que esto no era solo una convención de cómics más: aquí late un corazón mitad cultura pop retro y mitad obsesión futurista, con un pulso que solo entiende quien alguna vez hizo fila durante horas por un autógrafo o la pieza perfecta para su colección.

Lo que impresiona no es solo la magnitud, sino la personalidad. Porque el coleccionismo geek en AniMole no es un rincón marginal: es la columna vertebral. Aquí conviven el que viene con su carpeta de prints edición limitada y el que carga una figura Gundam recién armada como si fuera un trofeo de guerra. Todo envuelto en un ambiente donde los cosplayers no posan: encarnan, respiran y a veces, hasta improvisan diálogos que arrancan carcajadas o suspiros.

AniMole está marcando el rumbo del anime en Latinoamérica 1

Origen: AniMole 3 – La Mole Convention

«No es una expo, es una cápsula del tiempo que viaja hacia adelante».

Un laboratorio cultural disfrazado de convención

Lo que hace único a AniMole es la fusión precisa entre estética japonesa y alma mexicana. Jorge Hermosillo, director de La Mole, lo dijo sin rodeos: se trata de incorporar los elementos del anime y el manga que mejor resuenan con nuestras raíces narrativas, sin dejar de lado la tradición impresa que cimentó el evento madre. El resultado es una atmósfera que para un japonés puede resultar curiosamente familiar, y para un latinoamericano, extrañamente íntima.

Hace años, cuando Astro Boy, Heidi o Candy Candy llegaban a nuestras pantallas, nadie pensaba que estábamos consumiendo un producto japonés. Se doblaban, se cortaban, se acomodaban a nuestras costumbres. Sin proponérselo, crearon una generación entera de aficionados que hoy reconocen con orgullo que esas historias les cambiaron la vida. Esa historia de «latinización del anime» es la semilla que germina en cada rincón del AniMole.

«Japón conquistó Latinoamérica sin que nos diéramos cuenta».

El imán de las leyendas vivas

En sus primeras ediciones, AniMole dejó claro que no se conforma con invitados de segunda fila. Aquí han caminado figuras que cualquier aficionado reconocería al instante: Yumiko Igarashi, Toshio Maeda, Yoshiko Watanabe, Greg Capullo, Tetsuo Kurata. Ver a Igarashi firmar y escuchar a un fan agradecerle por Candy Candy es presenciar un momento que mezcla devoción con gratitud pura. No hay gradas lejanas ni conferencias impersonales: hay cercanía, casi un susurro entre creador y seguidor.

Esa es la gran diferencia con las gigantes como Anime Expo o Comic-Con. Allí, el contacto humano se diluye en la marea de asistentes. Aquí, todavía puedes estrechar la mano de tu ídolo y sentir que ese instante solo existe para ti.

La experiencia inmersiva que ya toca la puerta

Las tecnologías inmersivas acechan el horizonte de AniMole. No es un futurismo abstracto: ya hay charlas sobre cómo la realidad aumentada podría transformar el cosplay en un espectáculo interactivo, o cómo la realidad virtual podría permitirte caminar dentro del mundo de One Piece o Neon Genesis Evangelion. Imagino un pasillo donde un visor te permita ver a un Eva de tamaño real asomando sobre Reforma. Suena descabellado, pero así sonaba hace unos años la idea de ver a cientos de mexicanos construyendo Gundams en vivo… y aquí estamos.

Empresas como Meta, Sony o Magic Leap ya invierten en que estos mundos paralelos se integren a los eventos físicos. El metaverso no será un sustituto, sino una extensión natural: el AniMole físico para sentir, el AniMole virtual para explorar.

El mercado donde lo retro y lo futurista se dan la mano

No hay que subestimar el papel del coleccionismo aquí. Las vitrinas con figuras Tamashi Nations, las primeras ediciones de mangas intonsos, las piezas art toys que parecen salidas de un sueño febril… cada pasillo es un mapa del tesoro. El mercado mexicano es tan fértil que gigantes como Bandai Namco apuestan por experiencias presenciales como el Gundam Summit, una especie de Olimpiada del modelismo que atrae desde niños hasta veteranos.

El coleccionismo aquí no es solo consumo: es inversión emocional y cultural. La pieza que compras no solo adorna tu repisa, sino que te ata a un recuerdo, a un momento, a un año en que creíste que el futuro sería exactamente así.

El Artist Alley como incubadora

Si uno quiere ver el futuro del manga y el arte digital en México, basta con recorrer el Artist Alley. Es el terreno donde ilustradores locales prueban estilos, donde los personajes originales nacen y los fanarts se convierten en piezas codiciadas. Algunos de estos artistas saltarán a editoriales internacionales, otros seguirán cultivando un público fiel desde las redes, pero todos se forman en este ecosistema vibrante que recuerda al Comiket japonés… aunque con más picante y menos sake.

Música para conectar generaciones

Las bandas en AniMole son más que teloneros. Cuando Anime Band toca el opening de Dragon Ball Z y la multitud canta al unísono, el WTC entero se convierte en un coro multigeneracional. Luego, Pokérus Project sube al escenario con su metal progresivo gamer y demuestra que la nostalgia no está reñida con la experimentación sonora.

Esa combinación de pasado y presente también está en el cosplay, donde un Kenshin impecable puede compartir escenario con una Marin Kitagawa con efectos de AR. Aquí no se trata solo de disfrazarse, sino de dialogar con la obra, de habitarla.

Un futuro que huele a tinta y neón

En los próximos años, AniMole podría convertirse en un modelo exportable: eventos con escala humana, identidad cultural clara, mezcla de lo retro y lo vanguardista, y una oferta que seduzca tanto al otaku veterano como al curioso que se asoma por primera vez. La pregunta ya no es si México puede competir con Japón o Estados Unidos, sino cuándo veremos un AniMole en otras ciudades del continente.

Porque al final, este evento no solo es una vitrina de manga y anime, es un puente entre culturas, un espacio donde el futuro se prueba en pequeña escala antes de conquistar al mundo.

«El futuro de las convenciones podría hablar español».

Y cuando me pregunto si AniMole seguirá creciendo, pienso en esas primeras ediciones con 27 mil asistentes, en las filas por un autógrafo, en la sensación de estar en el lugar correcto en el momento preciso. Si el pasado y el futuro van a encontrarse otra vez, sé que será aquí, y yo pienso estar en primera fila.

¿Y tú… vendrías a un AniMole donde el mecha que armas en la mañana cobre vida en la tarde? Porque puede que no falte tanto para verlo.

¿Es México el corazón otaku de América Latina?

México vive el furor de las convenciones de anime y manga ¿Es México el corazón otaku de América Latina?

Es una tarde calurosa de 2025 en Ciudad de México y el aire huele a algodón de azúcar mezclado con ramen instantáneo. La música de un opening noventero suena a todo volumen mientras, en la fila para entrar, un chico con cosplay de Inuyasha discute con una chica vestida de Asuka sobre cuál es la mejor saga de Dragon Ball. En este mundo, las convenciones de anime y manga en México no son solo eventos, son pequeñas ciudades efímeras donde miles de personas hablan el mismo idioma, aunque provengan de rincones distintos del país. Y cada año crecen más, como si fueran un festival religioso en honor a la tinta, el papel y las pantallas.

La primera vez que crucé las puertas de una de estas convenciones, lo recuerdo bien, me sentí como entrando a otro país. El español se mezclaba con palabras japonesas que aprendí por repetición en los subtítulos piratas de mis viejas cintas VHS. Y allí estaba, rodeado de mercancía oficial y no tan oficial, artistas firmando carteles y grupos de amigos que parecían haberse conocido en foros olvidados de internet. Ese mismo espíritu —mezcla de comunidad y caos organizado— sigue latiendo hoy, solo que ahora la escala es monumental.

¿Es México el corazón otaku de América Latina? 5¿Es México el corazón otaku de América Latina? 6

Origen: No entenderían la vibra… Habrá fiesta otaku en CDMX con friki merengue, cosplay y más

La Mole y AniMole, la dupla que domina la capital

En la CDMX, La Mole Convention es un monstruo amable que lo devora todo: cómics, cine, coleccionismo y, por supuesto, anime y manga. Desde que apareció a finales de los 90, se ha convertido en cita obligada para veteranos y novatos. Este 2025, marzo trajo su edición clásica, y septiembre será territorio de AniMole, un spin-off tan grande que ya parece un evento hermano. En sus pasillos es normal cruzarte con actores de Hollywood, mangakas legendarios y cosplayers que parecen recién salidos de la pantalla.

La magia de AniMole no está solo en los nombres —Emily Rudd, Jeff Ward, Yumiko Igarashi—, sino en esa mezcla única de cultura pop y devoción japonesa. Es el tipo de lugar donde puedes encontrar una figura original de Sailor Moon junto a un set de cartas de Yu-Gi-Oh! que cuesta más que un coche usado. Y nadie lo ve extraño.

Expo TNT, la veterana que no pierde el ritmo

Si La Mole es el músculo, Expo TNT es el corazón nostálgico del anime en México. Nació en 2001, en Tlatelolco, y allí sigue, como una tienda vieja que resiste la modernidad pero se renueva por dentro. Lo suyo siempre ha sido acercar al público al talento japonés original: cantantes, actores de voz, directores. Este año, la presencia de Yoko Ishida promete ser una de esas experiencias que uno recuerda por décadas, como cuando en los 2000 escuchábamos por primera vez un tema de Saint Seiya interpretado en vivo.

En TNT todo tiene un aire más íntimo, aunque el número de asistentes sea enorme. Aquí la fila para un autógrafo puede convertirse en una charla improvisada sobre Neon Genesis Evangelion, y la fiesta oficial es una especie de karaoke masivo donde el DJ mezcla openings de Naruto con música techno.

CCXP México, el sabor internacional

Y luego está CCXP México, importada de Brasil pero con un toque local que le sienta bien. Si las otras convenciones son fiestas entre amigos, CCXP es una gala de alfombra roja. Pedro Pascal, Scarlett Johansson, John Cena… nombres que no asociarías con anime, pero que llenan el recinto de flashes y atraen a un público híbrido: mitad otaku, mitad cazador de selfies con celebridades. Aquí las filas son tan largas como los paneles que ofrecen, y siempre hay algún anuncio sorpresa que sacude las redes.

«No es solo ver, es vivirlo», me dijo un asistente mientras me mostraba orgulloso la espada de edición limitada que acababa de comprar por lo que yo pagaría de renta en dos meses. Y tenía razón: CCXP es una experiencia inmersiva que mezcla tecnología, coleccionismo y espectáculos.


El país entero como tablero otaku

Aunque la capital concentra los gigantes, el resto del país vibra con su propio calendario. Monterrey se ha convertido en bastión del norte, con La Conve, Animex y el Festival de Cómics y Manga reuniendo desde artistas de Marvel hasta ilustradores locales. El CINTERMEX, en esos días, parece un aeropuerto de otro mundo, lleno de alas mecánicas, katanas falsas y mochilas con orejas de gato.

En el occidente, Guadalajara mantiene viva su tradición desde los tiempos de Comictlán en los 90. Hoy, eventos como ConCon y el Saloncito del Manga mantienen esa vibra de convención de barrio, donde puedes participar en karaoke y concursos de dibujo antes de irte a comer birria con los amigos.

En la CDMX, más allá de La Mole y TNT, el calendario está repleto: Expo Akai, Feria Geek, Festival de Cultura Otaku… cada uno con su propio público y personalidad. Es como si el mapa estuviera cubierto de pequeños puntos brillantes que marcan dónde se reúne la tribu.


Un pasado de cintas piratas y plazas comerciales

Lo curioso es que todo este ecosistema nació de algo mucho más modesto. Antes de los 2000, las reuniones eran casi clandestinas. La primera convención formal, ConQue en 1994, apenas reunió a un puñado de soñadores que intercambiaban fotocopias de manga y VHS grabados de la televisión japonesa. El anime llegó oficialmente en 1964 con Astroboy, pero el fandom real explotó en los 90, cuando la televisión abierta y los mercados pirata hicieron posible ver lo que en Japón ya era cultura cotidiana.

«Sin las cintas piratas no estaríamos aquí», me confesó un coleccionista veterano en una ocasión. Y puede que tenga razón: esas copias defectuosas crearon un hambre de historias que, años después, se convirtió en esta maquinaria cultural.


Tendencias que huelen a futuro

Hoy, las convenciones mexicanas se profesionalizan y se vuelven más caras. Entradas de mil pesos, figuras de veinticinco mil, experiencias VIP. A cambio, ofrecen fiestas temáticas, tecnología importada de Japón y actividades que combinan lo retro con lo futurista: desde máquinas arcade originales hasta proyecciones holográficas de artistas japoneses.

El futuro parece dirigirse a un terreno híbrido: cosplay cyberpunk junto a paneles dedicados a clásicos como Mazinger Z. Y en ese contraste radica su encanto. Porque aunque la producción sea cada vez más ambiciosa, el corazón sigue siendo el mismo que en los noventa: reunirse para hablar, intercambiar, cantar y emocionarse.


«El alma vintage no se mide en años, sino en pasión», escuché decir a un otaku de cabello plateado (no teñido, por cierto) mientras ajustaba su cámara para fotografiar a un grupo de One Piece. Y ahí entendí que lo que mantiene viva esta cultura no es la moda del momento, sino una fidelidad casi religiosa a las historias que nos marcaron.

Tal vez por eso, cada vez que salgo de una convención, me pregunto:
¿cuánto de lo que vivimos allí pertenece al presente… y cuánto es ya parte de nuestra memoria colectiva?

Lentes de contacto 365 conquista el futuro de la visión

Lentes de contacto 365 conquista el futuro de la visión digital ¿Estamos listos para unas lentes que lo ven todo por nosotros?

Es invierno en España y el escaparate del futuro cabe en la palma de la mano. En un mercado que crece a doble dígito y que ha pasado de la recuperación a la expansión plena, Lentes de Contacto 365 se ha convertido en un protagonista silencioso pero imparable. La empresa, especializada en la venta online de lentes de contacto, líquidos y productos de salud ocular, se mueve con la agilidad de un “pure player” que entiende que la velocidad y la precisión no son opcionales, sino el nuevo estándar. Desde su propuesta de entrega en 24-48 horas hasta su catálogo repleto de tecnología óptica avanzada, cada pedido es una pequeña pieza de futuro que llega sin alardes, directamente al buzón del cliente.

En un país con más de 10.000 ópticas físicas, la irrupción de Lentes de Contacto 365 no es un accidente, sino la consecuencia natural de un cambio profundo en la forma en que entendemos la visión y la tecnología. En un mundo donde las lentes ya no solo corrigen la vista, sino que incorporan gradientes de hidratación, sensores médicos y hasta displays invisibles, la propuesta de esta compañía se siente como una promesa cumplida: traer lo más puntero de la innovación global al alcance de un clic. El resultado es un modelo que combina la tradición óptica con la inmediatez digital, abriendo la puerta a una nueva era en la que la visión perfecta puede llegar tan rápido como un parpadeo.

Lentes de contacto 365 conquista el futuro de la visión 10

La contactología ha sido siempre un territorio de visionarios, un rincón en el que el ojo y la ciencia se han cortejado durante siglos. Hace tiempo, un tal Leonardo da Vinci garabateó la idea de poner agua frente a la córnea para alterar la refracción. No era más que un dibujo en un cuaderno, pero escondía la semilla de un imperio óptico que tardaría quinientos años en florecer. Lo mismo le pasó a René Descartes, que en 1636 imaginó un tubo de vidrio sobre el ojo… un artilugio más propio de un alquimista que de un médico moderno. Y sin embargo, ahí estaba el germen.

Hoy, los herederos de esa obsesión renacentista ya no juegan con agua y vidrio, sino con hidrogeles, gradientes de hidratación y pantallas microscópicas de 14.000 píxeles por pulgada. Y en medio de este salto cuántico, una compañía española se cuela en la conversación: Lentes de Contacto 365, una rareza en un mercado que crece a doble dígito y que ha convertido el e-commerce óptico en una auténtica autopista hacia el futuro.

El ojo como pantalla

El sector óptico español no solo se ha recuperado de su bache pandémico: ha renacido. De un mínimo de 1.525 millones de euros en 2020, hemos escalado a más de 2.000 millones en apenas tres años. El 91% de las ventas online se hace ya a través de empresas puramente digitales, lo que convierte a proyectos como Lentes de Contacto 365 en auténticos corredores de fondo de esta maratón comercial.

La clave está en la velocidad y en la especialización. Entregas en 24-48 horas, reposiciones precisas, conocimiento clínico, y un catálogo que va desde el hidrogel de silicona más avanzado hasta líquidos que parecen diseñados por alquimistas de laboratorio. Pero el verdadero atractivo es que estas empresas no están vendiendo solo lentes: venden la promesa de que tu visión será tan buena que olvidarás que llevas algo en el ojo.


La química secreta de cada parpadeo

Johnson & Johnson, con su tecnología LACREON, ha decidido que la lágrima artificial no tiene por qué ser artificial. Integran agentes humectantes en el propio polímero de la lente, para que cada parpadeo sea un pequeño festival acuático. Alcon, por su parte, ha jugado con la ingeniería molecular: sus DAILIES TOTAL1 crean un gradiente de agua que va del 33% en el núcleo al 80% en la superficie, lo más parecido a tener una lente líquida permanente.

CooperVision apuesta por democratizar la tecnología premium. Sus MiSight 1 day ralentizan la progresión de la miopía en casi un 60%. Un número frío en un estudio clínico, pero que en la vida real significa que un niño miope de diez años podría llegar a la universidad con una graduación mucho más estable.

Bausch + Lomb, más longevos que muchos países, han decidido que la visión no se acaba en la córnea: con la compra de Elios Vision se han metido de lleno en la cirugía mínimamente invasiva para glaucoma. Y todo esto mientras sus lentes ULTRA mantienen el 95% de humedad después de 16 horas frente a una pantalla.


«El futuro no llegará con gafas de pasta, sino con un parpadeo invisible.»


Cuando el ojo se convierte en mando a distancia

Mojo Vision lleva años persiguiendo el santo grial: una lente de contacto con display integrado, procesador, radio, sensores y batería… todo en menos de una cuarta parte de pulgada. El control no se hace con la voz ni con las manos, sino con la dirección exacta de tu mirada. El día que esa tecnología salga del laboratorio, cualquier pantalla podría volverse irrelevante.

Samsung, Google y Qualcomm están trabajando en paralelo. Las patentes de Samsung ya incluyen lentes con cámara, antena y pantalla microscópica. Alimentación inalámbrica, realidad aumentada directa a la retina, conectividad permanente. Un escenario en el que dejar el móvil en casa no será un acto de desconexión, sino un cambio de interfaz.


El negocio que no parpadea

España tiene más de 10.000 ópticas físicas y más de 500 empresas especializadas en lentes de contacto. Laboratorios Eurolent y Lenticon representan el músculo industrial del país, con productos a medida como las lentes esclerales o las Orto-K que moldean la córnea mientras duermes. Este tejido empresarial, unido a la capacidad logística de proyectos como Lentes de Contacto 365, es lo que permite que la innovación global acabe en el buzón de un cliente en tiempo récord.

En este contexto, la personalización extrema está dejando de ser una excentricidad. Fabricación digital, diseño freeform, lentes adaptadas no solo a tu graduación sino a la curvatura exacta de tu ojo. Y todo esto con materiales más amables con la naturaleza, programas de reciclaje y hasta lentes “neutras en plástico” que compensan cada envase producido.


«Lo invisible no es lo que no se ve, sino lo que no se olvida.»


La pregunta que flota en el aire

Hace siglos, Leonardo dibujó un invento imposible. Hoy, las compañías ópticas dibujan prototipos que parecen imposibles… hasta que se colocan sobre un ojo y desaparecen. El reto ya no es técnico: es cultural. ¿Queremos que la información nos acompañe en cada parpadeo? ¿O preferimos que haya momentos en los que el mundo vuelva a verse a pelo, sin capas digitales?

Porque una vez que miremos a través de lentes que monitorizan nuestra salud, amplían nuestra visión y proyectan datos en el aire… será difícil volver atrás.

Y ahí está el dilema: el futuro de la visión está listo, pero quizá no todos estamos preparados para mirarlo de frente.

La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal

La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal ¿Se puede atrapar el futuro entre ruedas hidráulicas y antigüedades?

Es primavera en la Provenza y L’Isle-sur-la-Sorgue parece un decorado que alguien olvidó cerrar después de una película. Las aguas verdes se deslizan despacio entre casas con contraventanas abiertas, y las viejas ruedas hidráulicas siguen girando como si aún alimentaran telares invisibles. Aquí, el pasado no está expuesto tras una vitrina: respira, salpica, se oxida con dignidad. Y sin embargo, es también una capital moderna de la caza de tesoros, un imán para anticuarios, diseñadores y viajeros que buscan piezas con alma y no objetos recién salidos de fábrica.

“El tiempo aquí no pasa, hace turismo.”

Llegar es sencillo, casi insultantemente cómodo para un lugar con tanta pátina. Un tren TER desde Aviñón, veinte minutos de viaje, y uno desembarca en una estación que huele a piedra caliente y café matinal. Desde allí, todo se conquista a pie: canales, plazas, mercados, galerías. La primera visión son esas ruedas a aletas cubiertas de musgo, recordatorios de que esto fue una ciudad textil. No son ruinas melancólicas, sino metrónomos acuáticos que marcan el ritmo de un presente creativo. Y ahí está la trampa: uno viene buscando pasado, y descubre que la ciudad también habla un lenguaje del mañana.

La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 14 La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 15 La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 16 La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 17

Caminar por la Avenue des Quatre Otages un domingo de brocante es un ejercicio de autocontrol. Mesas improvisadas rebosan desde cuberterías de plata hasta vinilos olvidados, pasando por relojes que probablemente nunca volvieron a dar la hora después de 1963. El aire huele a pan recién horneado, a cuero viejo y a lavanda. Lo curioso es que todo esto no es un evento extraordinario, sino parte del calendario natural de la ciudad. El jueves y el domingo se repite el ritual: mercado tradicional por la mañana, un despliegue de quesos, frutas, aceites y voces que discuten precios con la naturalidad de quien lleva haciéndolo toda la vida.

La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 18La capital vintage donde el tiempo fluye como un canal 19

Origen: Accueil

El corazón de esta fiebre vintage late en el Village des Antiquaires de la Gare, un coloso de ladrillo que fue filatura en el XIX y hoy alberga cerca de un centenar de galerías. Entras y es como si alguien hubiera construido un laberinto con las casas de todos tus abuelos y un poco más. Aquí, un armario art déco que aún conserva un pañuelo olvidado; allá, una lámpara industrial que probablemente iluminó turnos de noche en alguna fábrica de Lyon. No hay prisa, porque cada objeto parece dispuesto a contarte su biografía completa si le das la oportunidad.

“En L’Isle-sur-la-Sorgue no se compra, se adopta.”

La Île aux Brocantes, otro santuario para coleccionistas, se despliega como una serie de pequeños universos, cada uno con su propia estética. De repente, uno pasa de una vitrina de porcelanas francesas a un rincón pop saturado de carteles publicitarios sesenteros. El mercado flotante de verano añade otra capa a esta puesta en escena: vendedores en Nègo Chin —esas barcas de fondo plano que parecen diseñadas para deslizarse sobre la nostalgia— ofreciendo tomates, melones o quesos directamente desde el agua. Una postal viviente que, por más que suene a cliché, solo puede entenderse viéndola.

El paseo patrimonial de las ruedas a aletas es como un mapa secreto. Quince, diecisiete, depende de quién cuente y de cuántas estén escondidas bajo la sombra de un puente o detrás de una hiedra. Cada una tiene su historia: moler trigo, prensar aceitunas, mover telares. Las explicaciones están ahí, pero uno acaba inventando sus propias leyendas, porque es imposible no imaginar a los antiguos obreros vigilando que las palas giren sin pausa, con la misma precisión con la que hoy un galerista ordena su escaparate.

Entre tanto pasado tangible, hay también anclas en el presente. La Villa Datris, con su programación de escultura contemporánea, es un ejemplo de cómo la ciudad se ha permitido evolucionar sin despojarse de su carácter. El Campredon Centre d’Art ofrece exposiciones que conviven sin fricciones con el patrimonio arquitectónico que las acoge. Y La Filaventure, museo dedicado a las fibras y al textil, cierra el círculo, recordando que todo esto empezó con el sonido constante de las ruedas y el olor de la lana mojada.

Hay algo casi teatral en moverse por esta ciudad. Los canales son pasillos de un escenario natural, los puentes bajos obligan a inclinarse, como si la arquitectura quisiera recordarte que aquí se vive a escala humana. En una esquina, un café con terraza apenas separada del agua por una barandilla oxidada; en otra, un taller donde alguien restaura un sillón Luis XV como si fuera cirugía menor. Y en cada reflejo del agua, la certeza de que este lugar es un imán para quienes sienten que las cosas hechas para durar todavía tienen sentido.

En días de feria grande, como en Pascua o el 15 de agosto, la ciudad se convierte en un hormiguero. Miles de visitantes se mezclan con los locales, todos con la misma actitud de cazador paciente. No hay GPS que valga: las mejores piezas aparecen en el puesto que casi no miraste o en el rincón más oscuro del Village. Es, quizá, la última forma de comercio que exige caminar despacio, tocar, oler, preguntar. Y aceptar que la respuesta más común será: “Solo uno, y ya está vendido”.

“Aquí, el futuro es lento y sabe a pan de pueblo.”

La Sorgue sigue naciendo en Fontaine-de-Vaucluse, y su agua fría y transparente se reparte en canales que son, en realidad, arterias. El pulso que marcan las ruedas es el mismo que guía al visitante que viene por tren, por carretera o incluso por instinto. Y uno entiende que este no es un viaje a un lugar, sino a una forma de mirar las cosas: la que encuentra belleza en lo usado, valor en lo reparado y poesía en lo imperfecto.

Quizá el verdadero atractivo de L’Isle-sur-la-Sorgue sea esa contradicción viva: una ciudad que recicla su ADN industrial para convertirlo en cultura y comercio de lo antiguo, y que al mismo tiempo mira hacia adelante, atrayendo a nuevas generaciones que llegan en tren con las manos vacías y se van cargadas de historias, objetos y fotos que no necesitan filtros.

La pregunta que queda en el aire es si dentro de veinte, treinta años, estas mismas ruedas seguirán girando, estos mismos canales seguirán reflejando postales, y este mismo mercado seguirá oliendo a lavanda y hierro viejo. O si, como tantas cosas, también se convertirán en recuerdos de algo que ya no existe más que en las palabras de quien lo vivió.

Crecen los servicios personalizados de asesores de viaje de lujo en el turismo global

La figura del asesor de viajes de alta gama gana protagonismo en la industria turística. Su rol ya no se limita a planificar recorridos, sino que se ha ampliado a la gestión integral de experiencias adaptadas a las necesidades específicas de los viajeros que buscan propuestas diferenciadas.

Los asesores de viaje de lujo responden a una demanda sostenida por itinerarios personalizados y destinos seleccionados con criterios que van más allá del atractivo turístico convencional. Estos profesionales diseñan programas que combinan eficiencia logística, calidad en la prestación de servicios y una lectura precisa de las expectativas del cliente. La tendencia refleja una preferencia creciente por viajes que incluyan componentes culturales, gastronómicos y sociales vinculados al entorno local.

Crecen los servicios personalizados de asesores de viaje de lujo en el turismo global 23

Una variable que se ha integrado con fuerza a la planificación es la sostenibilidad. Los exigentes están cada vez más conscientes de su impacto ambiental y social, lo que los lleva a seleccionar opciones que respeten el entorno. En función de esa premisa, muchos agentes priorizan alianzas con operadores locales que promuevan el turismo responsable y que generen beneficios directos para las comunidades anfitrionas. Esta perspectiva no solo contempla la preservación del ambiente, sino también el fomento de prácticas equitativas.

En la actualidad las herramientas tecnológicas permiten a los agentes de viaje acceder y compartir información en tiempo real, responder con agilidad ante modificaciones de último momento y mantener una comunicación fluida con los viajeros. Este recurso ha optimizado el trabajo diario y mejorado la experiencia general del cliente al reducir tiempos de espera y facilitar la toma de decisiones durante el viaje.

Sin embargo, el uso de tecnología no ha desplazado el componente humano de la actividad. La relación de confianza que se establece entre los expertos y sus clientes sigue siendo central. La interacción basada en la escucha activa y el conocimiento detallado de los hábitos y preferencias de cada persona continúa marcando la diferencia en un sector donde la atención personalizada es clave.

Uno de los factores que refuerza el vínculo entre profesional y viajero es la capacidad de adaptar la propuesta a cada perfil. Los gustos, intereses y prioridades pueden variar ampliamente, lo que exige flexibilidad, criterio y conocimiento profundo de los destinos por parte de quien organiza el itinerario. En este sentido, desde la agencia Exclusive Travel Designers, explican: “Esta forma de trabajo contribuye a elevar la calidad del servicio, fideliza a quienes contratan estos programas y genera recomendaciones positivas que amplían la base de clientes”.

En los últimos años, los asesores han comenzado a incluir en sus propuestas destinos menos promocionados, con el objetivo de ofrecer alternativas que permitan una vinculación más directa con las características culturales del lugar. La elección de rutas menos transitadas no solo responde a un interés por evitar la masividad, sino también a la intención de promover un turismo más equilibrado y distribuido.

El crecimiento de esta actividad también puede explicarse por el cambio en las motivaciones de viaje. Cada vez más personas buscan que sus desplazamientos respondan a objetivos personales o familiares concretos, lo que vuelve indispensable la figura del asesor como organizador y facilitador. En muchos casos, estos profesionales trabajan con grupos reducidos o individuales, lo que permite una atención más enfocada y un mayor control sobre cada aspecto del recorrido.

El futuro del sector se proyecta con estabilidad, impulsado por una demanda que privilegia la planificación detallada, la capacidad de respuesta inmediata y el conocimiento del contexto. La combinación entre tecnología, diseño personalizado y enfoque sostenible permite a estos asesores consolidarse como actores relevantes dentro de la industria del turismo. Más allá del destino elegido, lo que define el valor del servicio es la gestión precisa y ajustada a cada caso.

 

CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado

¿Por qué CHANIA CRETA es el destino retrofuturista más alucinante del año? CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado

Estamos en julio de 2025, en la isla de Creta, frente al mar Egeo, justo donde las piedras hablan tres idiomas: el veneciano, el otomano y el griego. Chania Creta es una cápsula de tiempo con conexión Wi-Fi y resolución HDR. No hay que subirse a un avión ni quemar keroseno para caminar por sus callejones empedrados. Hoy basta con ponerse un visor o abrir un tour virtual en 4K para dejarse envolver por el murmullo de sus plazas, el canto de los vendedores del mercado y el crepitar del mar contra los muelles venecianos.

“Todo lo antiguo vuelve, pero esta vez viene en 360 grados”

El encanto de Chania Creta no está en su perfección, sino en su mezcla. Como una ensalada de épocas, sus muros combinan piedra coralina de fortaleza bizantina, arcos de inspiración veneciana y cúpulas traídas por los otomanos que, lejos de chocar, parecen darse la mano en un gesto de complicidad urbana. Es un mapa de historia sin leyenda, pero con geolocalización. ¿Y lo mejor? Puedes explorarlo sin necesidad de pasaporte ni protector solar. Basta con sumergirse en un viaje virtual bien diseñado y con buena conexión.

Un paseo entre hamames, arsenales y neones venecianos

Recorrer Chania hoy es como si Blade Runner hubiera sido filmada en una ciudad otomana con cafés de los años 30 y zocos conectados al metaverso. Cada rincón tiene su historia, y cada historia ahora tiene su app. Frente al Grand Arsenal, convertido en centro de arquitectura y arte, las cámaras Sony FX-6 giran sobre estabilizadores Ronin como si estuvieran filmando a los mismísimos Médici en slow motion. El resultado es una experiencia sensorial tan real que casi se siente la sal marina en los labios.

CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado 27 CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado 28 CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado 29

“Chania es lo que ocurre cuando el pasado no se resigna a ser pasado”

La arquitectura tradicional se presta al espectáculo sin perder dignidad. El faro veneciano, reconstruido por egipcios, parpadea como un faro digital del Mediterráneo. Al lado, los Arsenali, esos gigantescos hangares de piedra donde se reparaban galeras con 40 remos, hoy sirven de salas de exposición, donde lo retro se codea con lo futurista sin ponerse incómodo. Aquí puedes ver una instalación de neones tipográficos inspirados en textos venecianos del siglo XVI junto a una pantalla que proyecta reconstrucciones 3D del templo de San Rocco. Sí, en serio.

Cuando el turismo se convierte en experiencia inmersiva

Caminar virtualmente por Chania ya no es una metáfora. Es una propuesta literal. Gracias a plataformas como Virtual Tours TV, la ciudad puede explorarse en 4K HDR y audio ambisónico, como si llevaras los pasos pegados a la piedra y no al sofá de tu casa. Las grabaciones son tan precisas que incluso puedes ver cómo las lucernas de los antiguos hamames lanzan haces de luz que parecen oraciones flotando en el vapor.

El AR-tour de Ancient Kydonia, por ejemplo, es una de esas maravillas tecnológicas que superpone reconstrucciones digitales sobre las ruinas actuales con una precisión que da vértigo. Con solo mover la cabeza, ves una mezquita desaparecer y reaparecer como una visión mística. Un verdadero viaje sensorial.

Y si eres más de juegos, no te pierdas el Agora Treasure Hunt, una experiencia de Realidad Aumentada en la Agora Municipal, ese mercado de 1913 que combina mampostería clásica con tecnología de sensores y rutas interactivas. Aquí, las especias tradicionales se huelen y los datos sobre arquitectura bizantina te llegan directo al móvil mientras buscas un ídolo perdido o escaneas un QR escondido entre las aceitunas.

¿Y qué pasa con lo físico? Todo

Lo digital no reemplaza lo tangible; lo potencia. La ciudad antigua no se ve eclipsada por las tecnologías; más bien, se convierte en escenario de nuevas formas de conocer. Caminas virtualmente, sí, pero si vas en persona, descubres que los sistemas IoT que optimizan los flujos de visitantes te evitan las aglomeraciones y los calores innecesarios. Y no es solo eficiencia: también es estética. Las apps turísticas están diseñadas con cariño por arquitectos que entienden el alma veneciana y la geometría otomana.

La belleza de lo mestizo

Chania no es solo hermosa. Es mestiza, híbrida, múltiple y provocadora. Lo que parece un caos de estilos es, en realidad, una coreografía cuidadosamente tejida por siglos de ocupaciones, pactos, guerras y convivencia. Desde los shutters indios de los comerciantes gujaratíes hasta las hornacinas árabes en fachadas góticas, la ciudad habla una lengua universal hecha de ladrillos, yeso y coral.

“Cada muro de Chania es un poema escrito en tres alfabetos”

Y no está sola. El mundo tiene otros ejemplos de esta arquitectura sin etiquetas: Stone Town en Zanzíbar, Macao, Melaka, Valletta, Estambul… Pero Chania Creta tiene una ventaja: su conexión actual con lo digital la convierte en referente de un turismo futurista con alma antigua.

Turismo futurista, exploración retro

Este tipo de turismo es el que no quiere destruir para conocer, ni alterar para entender. Quiere observar con respeto, tocar sin dañar, y si no se puede estar allí, al menos poder oler, escuchar y mirar con tecnología lo suficientemente buena como para emocionar. El HDR y la realidad aumentada no son juguetes: son formas nuevas de acceder a la historia.

CHANIA CRETA se siente como un viaje sensorial en 4K al pasado 30

En Ancient Kydonia, puedes vivir un día de mercado como si fueras un cretense del siglo XVIII. Te llegan sonidos tridimensionales, luces que cambian según la hora real del día y datos contextuales sobre qué familia construyó la casa que ahora tiene una tienda de souvenirs.

Lo digital no resta, revaloriza

Quizá haya quien diga que lo virtual quita autenticidad. Pero, ¿qué puede ser más auténtico que recuperar una ciudad que el turismo masivo arrasaría de otro modo? La posibilidad de hacer visitas digitales no excluye la presencia física, pero permite que más personas la aprecien, la entiendan y hasta la financien sin tocar una piedra.

Y sí, el metaverso también entra aquí. Ya hay quienes proponen festivales en realidad aumentada anclados a las murallas venecianas, o experiencias inmersivas nocturnas entre los callejones con proyecciones holográficas de músicos bizantinos y tragos de raki con sabor virtual. Si esto no es una forma elegante de fusionar el turismo retro con el turismo futurista, no sé qué lo sea.

Y al final, ¿qué nos queda?

Nos queda una ciudad que se deja ver, tocar, escuchar y oler. Aunque sea desde casa. Chania Creta no necesita venderse con postales retocadas ni influencers pagados. Su verdad se nota hasta en las grietas. Y ahora, gracias a la tecnología, su voz llega más lejos que nunca.

“El futuro ya no es ciencia ficción. Es 4K HDR con sabor a miel y romero”

Brindo por ello. Con un visor en la cabeza y una copa de vino cretense en la mano, veo cómo el puerto veneciano se ilumina con letras LED que escriben su nombre en griego antiguo, mientras una reconstrucción virtual de una galera me saluda desde el muelle. ¿Esto es el futuro? Sí. ¿Y es retro? También. Porque en Chania, el tiempo no avanza en línea recta. Baila en espiral.


“Cada muro de Chania es un poema escrito en tres alfabetos”

“Chania es lo que ocurre cuando el pasado no se resigna a ser pasado”

“El futuro ya no es ciencia ficción. Es 4K HDR con sabor a miel y romero”

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

“El tiempo lo arruina todo, salvo lo que sabe transformarse.” (Frase apócrifa veneciana)


¿Será Chania Creta el modelo para las ciudades del futuro que no quieren renunciar al alma? ¿Podrá el turismo digital ayudarnos a preservar lo que el turismo masivo tiende a destruir? ¿Y si el verdadero lujo no fuera el acceso, sino la experiencia bien contada?

Quizá la respuesta esté en el siguiente paseo. O en el siguiente píxel.

Alquiler de helicópteros: una guía para principiantes

Fuente de las imágenes:https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSISh69gZ-_jsqFp98NQaEEFdh0rTVMtS0uI7yCGyhfdrS_UeP0josDItLjqIKS-sLDq90&usqp=CAU
Fuente de las imágenes: https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSISh69gZ-_jsqFp98NQaEEFdh0rTVMtS0uI7yCGyhfdrS_UeP0josDItLjqIKS-sLDq90&usqp=CAU

El alquiler de helicópteros se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan una forma rápida y eficiente de viajar. Ya sea para un viaje de negocios, una escapada de fin de semana o un evento especial, los helicópteros ofrecen una experiencia única y emocionante. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre el alquiler de helicópteros, con un enfoque especial en los servicios que ofrece Aeroaffaires.

¿Por qué alquilar un helicóptero?

Alquilar un helicóptero tiene múltiples ventajas. En primer lugar, permite evitar el tráfico y reducir significativamente el tiempo de viaje. Además, los helicópteros pueden aterrizar en lugares donde los aviones no pueden, lo que brinda acceso a destinos remotos o de difícil acceso. También es una opción ideal para aquellos que buscan una experiencia de viaje lujosa y personalizada.

Tipos de helicópteros disponibles

Existen diferentes tipos de helicópteros que puedes alquilar, cada uno diseñado para satisfacer diversas necesidades:

– Helicópteros ligeros: Ideales para vuelos cortos y viajes de negocios. Son económicos y perfectos para grupos pequeños.
– Helicópteros medianos: Ofrecen más espacio y comodidad, adecuados para viajes más largos o grupos más grandes.
– Helicópteros de lujo: Equipados con comodidades de alta gama, perfectos para quienes buscan una experiencia de viaje premium.

Aeroaffaires cuenta con una flota variada que se adapta a diferentes necesidades y presupuestos.

Proceso de alquiler

El proceso de alquiler de un helicóptero es sencillo, pero hay varios pasos a seguir:

– Consulta inicial: Contacta a Aeroaffaires para discutir tus necesidades y preferencias. Proporciona detalles como el destino, la duración del vuelo y el número de pasajeros.
– Cotización: Recibirás una cotización basada en tus requisitos. Aeroaffaires se asegura de ofrecer precios competitivos y transparentes.
– Reserva: Una vez que aceptes la cotización, procederás a realizar la reserva. Es recomendable hacerlo con antelación, especialmente en temporadas altas.
– Preparativos finales: Antes del vuelo, se te proporcionará información sobre el itinerario, el piloto y las normas de seguridad.

Costos asociados

El costo del alquiler de un helicóptero puede variar considerablemente según varios factores:

– Tipo de helicóptero: Los modelos más lujosos y grandes suelen ser más caros.
– Duración del vuelo: Los precios se calculan generalmente por hora de vuelo.
– Destinos: Algunos lugares pueden tener tarifas adicionales debido a permisos o restricciones.

Aeroaffaires ofrece una estructura de precios clara y sin sorpresas, lo que te permite planificar tu presupuesto de manera efectiva.

Consideraciones de seguridad

La seguridad es una prioridad en el alquiler de helicópteros. Aeroaffaires trabaja con pilotos altamente capacitados y certificados, y todos los helicópteros cumplen con las normativas de seguridad vigentes. Antes de tu vuelo, recibirás una breve orientación sobre las medidas de seguridad a seguir.

Experiencia a bordo

Viajar en helicóptero es una experiencia única. Desde el despegue hasta el aterrizaje, disfrutarás de vistas panorámicas impresionantes. Además, muchos helicópteros de Aeroaffaires están equipados con comodidades como asientos cómodos, sistemas de entretenimiento y, en algunos casos, catering a bordo.

Destinos populares

Algunos de los destinos más solicitados para el alquiler de helicópteros incluyen:

– Ciudades: Viajar entre ciudades como París, Mónaco o Londres se vuelve mucho más accesible.
– Lugares turísticos: Visitar lugares icónicos como la Costa Azul o los Alpes franceses desde el aire es una experiencia inolvidable.
– Eventos especiales: Asistir a bodas, conciertos o eventos deportivos puede ser mucho más emocionante al llegar en helicóptero.

Preguntas frecuentes

¿Necesito una licencia para alquilar un helicóptero?
No, no necesitas una licencia. Aeroaffaires se encarga de todos los aspectos del vuelo, incluyendo la selección del piloto.

¿Puedo llevar equipaje?
Sí, pero hay restricciones de peso y tamaño. Es recomendable consultar con Aeroaffaires sobre las políticas de equipaje.

¿Qué pasa si el clima es malo?
La seguridad es lo primero. Si las condiciones climáticas no son adecuadas para volar, Aeroaffaires te ofrecerá opciones para reprogramar tu vuelo.

El alquiler de helicópteros es una opción emocionante y práctica para quienes buscan una forma rápida de viajar. Con la ayuda de Aeroaffaires, puedes disfrutar de una experiencia de vuelo segura y lujosa, adaptada a tus necesidades. Ya sea que estés planeando un viaje de negocios o una escapada personal, considera el alquiler de un helicóptero como una forma de hacer que tu viaje sea aún más especial. ¡Prepárate para despegar hacia nuevas aventuras!

¿Está BARRANQUILLA lista para convertirse en capital mundial del retro?

¿Está BARRANQUILLA lista para convertirse en capital mundial del retro? BARRANQUILLA revive el pasado con la máquina del tiempo musical más ambiciosa

Estamos en agosto de 2025, en la ribera caliente del río Magdalena. Barranquilla hierve bajo un sol que parece hecho de neón retro, y en el aire flotan ecos de sintetizadores ochenteros y guitarras noventeras. Todo en esta ciudad huele a pasado, pero se siente más futuro que nunca. Porque Retro Fest 2025 no es un simple festival. No. Es una declaración de principios. Un conjuro colectivo. Una promesa de que el pasado, si se canta a todo volumen, todavía puede cambiarlo todo.

Retro Fest 2025 representa ese tipo de acontecimientos que no solo pasan, sino que dejan huella. El tipo de eventos que uno recuerda como “aquella vez que viajamos al pasado sin salir de la ciudad”. Y es que cuando Barranquilla acoge esta fiesta de la memoria colectiva, algo en la atmósfera se modifica. Las reglas del tiempo, también.

¿Está BARRANQUILLA lista para convertirse en capital mundial del retro? 37

Origen: Barranquilla & The Music Cities Paradox

La ciudad que supo escuchar el pasado

El festival dice adiós a Cartagena, ciudad de muros centenarios y noches salseras, para instalarse con orgullo en la nueva meca del Caribe colombiano. Barranquilla, tierra de cumbia, de verbena, de Shakira pre-Hollywood y de carnavales que desafían el calendario, se convierte ahora en el centro de un fenómeno global: la nostalgia como experiencia cultural inmersiva.

El cambio no es caprichoso. Es consecuencia lógica de una evolución: del encanto patrimonial de Cartagena a la potencia festiva y moderna de Barranquilla. Porque si algo tiene esta ciudad, es que cuando celebra, sacude las paredes del presente. El Malecón del Río, esa arteria vibrante donde el concreto se encuentra con la brisa del río Magdalena, será testigo de un desfile sonoro que no busca revivir el pasado, sino traerlo de vuelta con nueva piel.

La máquina del tiempo tiene DJs

Aquí no hay un escenario. Hay un vórtice. Una rendija en el tiempo por donde se cuelan los años dorados del pop latino, del reggae jamaiquino, del rock con saxofón y letras crípticas. Inner Circle, con sus himnos que ya no se escuchan: se activan. Vilma Palma e Vampiros, con su rebeldía de grafiti y su habilidad para hacer del absurdo un coro. Y Aterciopelados, esos alquimistas bogotanos que mezclaron chicha con distorsión y lograron lo impensable: que una generación se sintiera rara, pero orgullosa.

“No vamos a un concierto. Vamos a volver a una época que creíamos perdida”, confiesa Dayana Torres con los ojos iluminados como quien revela un truco de magia. Junto con Carlos Romero, de Opera Producciones, se han propuesto hacer más que un evento. Lo suyo es un manifiesto. Una experiencia sensorial donde la memoria no es melancolía, sino chispa encendida.

El extraño poder de recordar bailando

No se trata solo de escuchar canciones viejas. Se trata de sentirlas como si fueran nuevas. Y eso, curiosamente, no lo logra el pasado por sí solo, sino la tecnología del presente. La inteligencia artificial analiza las canciones que marcaron nuestras adolescencias y las reinterpreta con nuevos arreglos. La realidad virtual permite que el sonido se vuelva envolvente, tridimensional, íntimo. Hasta el 5G se pone nostálgico y prepara transmisiones holográficas para que los ausentes también puedan volver.

Sí, los asistentes podrán bailar con un Inner Circle del presente, pero también proyectado desde los 90. Podrán escuchar la voz de Andrea Echeverri rodeados de luces diseñadas por IA, capaces de sincronizarse con sus propias emociones. ¿Ciencia ficción? No, 2025.

“La nostalgia no es una debilidad, es una brújula”, dice uno de los creadores de Symphony, el proyecto que fusiona música clásica y realidad virtual. Y algo de razón tiene. El fenómeno del revival está arrasando en todo el planeta, desde España hasta Argentina. En Colombia, Bogotá ya tuvo su Súper Fiesta de la Superestación. Pero lo de Barranquilla promete ser otra cosa: una muestra de cómo se puede hacer futuro con pedazos de pasado.

“Cada generación tiene su playlist emocional”

A estas alturas ya no sorprende que se hable de “turismo nostálgico”. Lo que sí sorprende es lo rentable que se ha vuelto. Las cifras son claras: festivales como Retro Fest movilizan miles de personas, muchas de ellas dispuestas a volar desde otros países solo para gritar “La Pachanga” con desconocidos. Porque, como dice un viejo refrán, “quien canta, sus males espanta; pero si canta lo que amó, los cura para siempre”.

Barranquilla, en este contexto, no solo pone el escenario: se convierte en el protagonista. Su capacidad para acoger grandes eventos está en alza. Ya lo ha demostrado con el Festival Timeless, que este año trae a Cultura Profética y Bacilos. Y con cada edición, construye un corredor cultural que transforma el Caribe colombiano en una zona libre de aburrimiento.

El secreto está en la diversidad. Mientras unos bailan bullerengue, otros hacen freestyle. Mientras unos recuerdan a Soda Stereo, otros descubren a Aterciopelados. Todo cabe en esta ciudad de calor y tambores, donde la música no entiende de modas ni algoritmos.

Cuando el pasado se convierte en negocio… y en arte

La nostalgia millennial ya no es una anécdota de TikTok. Es un mercado. Y uno feroz. Desde remixes en Spotify hasta eventos inmersivos en museos como el Moco de Barcelona, todo apunta a una sola dirección: la memoria es un producto premium. Y como todo lo premium, debe diseñarse con precisión casi quirúrgica.

Aquí es donde entran los algoritmos de Suno 3.0 o Meta MusicGen, capaces de leer nuestras emociones y generar canciones que parecen sacadas de un diario personal. La canción “NostalgIA”, con voces clonadas de Bad Bunny y Daddy Yankee, fue un escándalo legal. Pero también una prueba de fuego: el público quiere sentir de nuevo, aunque sea con una mentira bien cantada.

Barranquilla como modelo exportable

Quizá lo más interesante de todo esto no sea la música en sí, sino el modelo que se está construyendo. Retro Fest no es un caso aislado. Es la punta de lanza de un movimiento que mezcla arte, economía, tecnología y memoria. Y Barranquilla, sin saberlo del todo, se está volviendo pionera.

Con empresas como Vueltabajero y Opera Producciones liderando la marcha, y con espacios como el Malecón del Río funcionando como laboratorio sonoro, la ciudad está sentando las bases de algo exportable: un circuito de festivales que recorra Cartagena, Santa Marta, Miami, quizás hasta Buenos Aires. ¿Quién dijo que lo retro no tiene futuro?

“Volver no es retroceder, es reafirmarse”

A medida que cae la tarde el 16 de agosto, y el río se tiñe de luces doradas, Inner Circle afina sus instrumentos. Aterciopelados repasa los últimos acordes. Vilma Palma ajusta el set list. Pero lo que de verdad se prepara es un choque temporal: la memoria colectiva chocando con la innovación más puntera. El tiempo no avanza. Baila.

Y mientras suenan las primeras notas de «Bad Boys», y alguien levanta los brazos gritando “¡Auto Rojooo!”, uno se da cuenta de que algo está cambiando. No es solo un regreso. Es una transformación. Una ciudad entera aprendiendo que el pasado puede ser su mejor herramienta para construir futuro.

¿Y si el verdadero progreso no estuviera en olvidar, sino en recordar mejor?
¿Y si la nostalgia no fuera una trampa, sino un puente?
¿Y si Retro Fest fuera solo el comienzo?

Los TAXIS VOLADORES están más cerca de lo que imaginas

¿Quién domina el cielo con los TAXIS VOLADORES? Los TAXIS VOLADORES están más cerca de lo que imaginas

Estamos en julio de 2025, en algún punto suspendido entre las azoteas de Guangzhou y las autopistas colapsadas de Los Ángeles. Los taxis voladores ya no son un sueño de dibujos animados ni una quimera de ingenieros locos. Son reales. Se mueven en silencio, con la precisión de un dron, y empiezan a disputarle el cielo a los helicópteros, el suelo a los coches y la atención a todo el mundo. Los taxis voladores han llegado, y el aire empieza a oler distinto: más a futuro, menos a tubo de escape.

«La ciencia ficción se aburre. El futuro ya está aterrizando.»

Y cuando digo que han llegado, no hablo de prototipos ni de renders bonitos. Hablo de licencias, de billetes vendidos, de vuelos turísticos que ya se ofrecen en China y de aviones eléctricos que planean moverse entre Santa Mónica y Hollywood antes de que terminen los Juegos Olímpicos de 2028. Sí, justo esos taxis voladores que soñábamos mientras veíamos a los Jetsons flotar por el aire en sus cápsulas con hélices. Ahora, los protagonistas tienen nombres como EHang, Joby, Lilium o Archer, y sus inventos ya están revolucionando algo más que la movilidad: están desafiando las leyes no escritas de lo posible.

Los TAXIS VOLADORES están más cerca de lo que imaginas 41 Los TAXIS VOLADORES están más cerca de lo que imaginas 42 Los TAXIS VOLADORES están más cerca de lo que imaginas 43

El retrofuturo ya vuela sobre nuestras cabezas

Hay un susurro metálico que atraviesa las ciudades y viene desde arriba. Lo llaman eVTOL, acrónimo elegante de vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical. ¿El concepto? Tan simple como imposible de ignorar: coches voladores. Bueno, más bien pequeñas aeronaves. Algunos parecen drones gigantes, otros parecen avionetas muy limpias. Todos prometen lo mismo: evitar el tráfico, reducir las emisiones y transformar por completo cómo nos movemos por el mundo. Pero sobre todo, prometen cumplir una vieja profecía de ciencia ficción.

Uno de los primeros en poner este sueño en práctica ha sido EHang Holdings, que en marzo de 2025 logró algo que parecía impensable: recibir el primer Certificado de Operador Aéreo para aeronaves sin piloto que transportan personas. Desde entonces, los vuelos turísticos sobre Guangzhou no son cosa de unos pocos millonarios excéntricos, sino una experiencia que cualquier ciudadano chino con un poco de presupuesto puede comprar online. Y sí, con piloto automático incluido. El futuro, dicen, se autopilota.

En Estados Unidos, Joby Aviation lleva desde 2009 cocinando este platillo volador. Lo que empezó como un sueño de startup se convirtió en una alianza estratégica con Uber tras la compra de Uber Elevate. El software que iba a llevarnos al cielo sigue vivo bajo otro nombre: ElevateOS. Y la aeronave estrella, Midnight, parece salida directamente de una película de Nolan: cuatro pasajeros, un piloto, 320 km/h y una autonomía de 240 kilómetros. No huele a queroseno, sino a litio, y suena como un zumbido suave que apenas perturba el canto de los pájaros.

Alemania al límite del colapso… y de la genialidad

Alemania, tierra de ingeniería precisa y cerveza espesa, también ha apostado fuerte. Volocopter fue pionera en recibir certificaciones europeas. Su modelo VoloCity, con sus 18 hélices perfectamente alineadas, parecía el modelo ideal para volar entre rascacielos sin levantar sospechas. Pero la realidad financiera fue más cruel que la física: en diciembre de 2024, Volocopter cayó en insolvencia, con más sueños que inversores. Solo consiguió volar —literalmente— un día en París durante los Juegos Olímpicos, sin pasajeros, en un gesto más simbólico que comercial.

Lilium, por su parte, juega a ser el Tesla de los cielos. Su tecnología basada en propulsión eléctrica de empuje vectorial suena complicada, pero funciona: 300 km de autonomía, velocidades similares a un tren de alta velocidad y un diseño que haría sonrojar a cualquier diseñador de superdeportivos. España, sí, España, fue el lugar elegido para sus primeras pruebas reales. En Jaén, nada menos. Allí, entre olivares y sol implacable, el Lilium Jet se elevó con la gracia de un colibrí mecánico.

“No es ciencia ficción. Es ingeniería en plena guerra de capital”

«La batería decide quién vuela y quién cae.»

Y aquí está el verdadero drama. No es solo cuestión de volar. Es cuestión de durar. Las baterías son el alma de estos pájaros eléctricos… y también su cruz. El modelo EH216-S de EHang vuela apenas 21 minutos. Lo que dura una buena conversación, o una mala cita. Y necesita dos horas para recargarse. La autonomía sigue siendo el monstruo bajo la cama de todo ingeniero eVTOL. Aunque empresas como Star Charge ya están desarrollando soluciones de carga rápida con cables refrigerados por líquido, aún estamos lejos de los sueños de movilidad continua.

En paralelo, tecnologías como el hidrógeno empiezan a sonar con fuerza. ZeroAvia y otras compañías trabajan en motores que reutilizan el calor para alimentar sistemas eléctricos auxiliares. Un Frankenstein tecnológico que, si funciona, podría marcar un antes y un después.

Emergencias, órganos y Amazon Prime con hélices

Pero que nadie se confunda. Esto no va solo de transporte de ricos sobre Manhattan. El verdadero impacto viene por los flancos: emergencias médicas, rescate, logística, transporte de órganos. Empresas como United Therapeutics ya colaboran con EHang y Beta Technologies para crear redes de transporte aéreo de órganos. Y no es teoría: hablamos de poder salvar vidas con minutos de diferencia. Literalmente.

Amazon, cómo no, también anda metida en esto. Y UPS. Ya preparan configuraciones para carga y entregas urbanas. Porque, seamos honestos, si el dron puede evitar semáforos y dejar el paquete en la azotea… ¿quién va a seguir repartiendo a pie?

Vertipuertos y tejados: la nueva fiebre del oro

Con nuevos vehículos vienen nuevas estaciones. Y así nacen los vertipuertos. Ferrovial ya ha anunciado su intención de instalar más de 20 por toda España, mientras empresas como Vertiports Network idean formas de convertir cualquier azotea en una pista de aterrizaje. No es poesía, es ingeniería urbana: las cubiertas como nueva frontera de la movilidad.

Estos nodos no serán simples plataformas. Serán auténticos intercambiadores del futuro, conectando taxis voladores con trenes, autobuses, metro, bicicletas. Un delirio multimodal que empieza a parecer sensato cuando imaginamos ciudades de 10 millones de habitantes colapsando en horas punta.

París fracasa, Los Ángeles se prepara

Los Juegos Olímpicos de París 2024 iban a ser el gran debut de los taxis voladores. Pero la realidad no suele leer los comunicados de prensa. Volocopter no logró las certificaciones necesarias, y lo que debía ser un espectáculo de ciencia ficción quedó en una demostración técnica sin pasajeros. Un “casi” que pesa más que un fracaso.

En cambio, Los Ángeles 2028 se perfila como el verdadero bautismo comercial. Archer Aviation ha sido designada como proveedora exclusiva de taxis voladores para los Juegos. Prometen vuelos entre el aeropuerto y Hollywood, sin tráfico, sin claxon, sin estrés. La promesa, ahora sí, parece que va en serio.

El futuro se mide en pedidos… y en bancarrotas

Mientras algunas empresas caen, otras se fusionan, y el capital baila como en un casino de alta gama. La industria necesita miles de millones para seguir en pie. Lilium tuvo que ser rescatada por un consorcio internacional. Volocopter busca desesperadamente nuevos socios. Y sin embargo, el número de pedidos no deja de crecer: más de 7.000 eVTOL encargados, con operadores esperando el visto bueno regulatorio como si fueran niños en la fila de una montaña rusa.

«Primero soñamos con volar. Ahora queremos que llegue puntual.»

El guiño vintage que todos necesitábamos

Porque sí, esto es tecnología punta. Pero también es nostalgia. Glenn Curtiss, Frank Piasecki, incluso los Jetsons. Todos dejaron huellas en este viaje hacia arriba. La estética retro-futurista está presente en cada hélice, cada cabina, cada simulador de vuelo. Parece que el futuro, para ser creíble, necesita parecerse un poco al pasado que soñábamos.

“El futuro no será de quien vuele más alto, sino de quien aterrice primero”

Y ahora que el cielo se abre y las ciudades miran hacia arriba, la pregunta ya no es “¿podremos volar?”. Es: ¿quién podrá pagar el billete, quién gestionará el tráfico, y quién limpiará los tejados para que no se estrellen los sueños?

¿Podremos confiar en que las baterías no nos dejen colgados a 120 metros del suelo? ¿Sobrevivirá este sueño eléctrico a la despiadada lógica del capital? ¿Y si todo esto no es el futuro… sino apenas el principio de otro problema con hélices?

Lo que está claro es que los taxis voladores ya no pertenecen a la ciencia ficción. Ahora son parte de la agenda de movilidad, del debate urbano, de los presupuestos municipales. Y aunque el camino es incierto, el rumbo está claro: hacia arriba. Siempre hacia arriba.

Turismo murciano y BMW eléctrico: La combinación…

¿Viajar en un BMW por Murcia es el lujo del futuro? Turismo murciano y BMW eléctrico una combinación que ya acelera

Estamos en julio de 2025, en la Región de Murcia, y el futuro ya no se vislumbra en el horizonte: alquiler BMW Murcia es una realidad que combina lujo, tecnología y una forma distinta de explorar el mundo. Atrás quedaron los días en los que alquilar un coche era un trámite aburrido y gris; hoy, reservar un BMW es como abrir una puerta a la próxima década, donde cada trayecto se convierte en experiencia, cada parada en un recuerdo que el coche parece haber anticipado antes que tú.

En este nuevo escenario turístico, la empresa líder gtrentals.es ofrece mucho más que un volante y un motor: ofrece una promesa. La de un viaje sin emisiones, sin prisas y sin renuncias. Porque cuando la carretera atraviesa viñedos, calas escondidas y pueblos detenidos en el tiempo, no basta con moverse: hay que hacerlo con estilo, con inteligencia artificial a bordo y con la comodidad de un asistente que sabe lo que necesitas antes de que lo pidas.

«El lujo ya no se lleva en la muñeca, se conduce». Eso me dijo un ingeniero de BMW que conocí hace poco en una feria de movilidad en Berlín. Y lo entendí del todo al girar la llave virtual de este coche: silencio, potencia, y esa sensación de que uno pisa el futuro sin despegarse del asfalto.

La Región de Murcia, a veces tan discreta, ha decidido jugar fuerte en esto del turismo de calidad. Ya no se trata solo de playas infinitas y arroces que hacen llorar de emoción. Ahora hablamos de turismo inteligente, de experiencias premium, de coches como el BMW iX que parecen tener más alma que algunos humanos. Sí, lo sé, suena exagerado. Pero espera a subirte y ver cómo la pantalla curva te da los buenos días según tu estado de ánimo.

Murcia no es un decorado, es un circuito

«No hace falta irse lejos para perder el sentido de la orientación». Eso lo aprendí bajando por las curvas del Valle de Ricote, con un BMW que parecía flotar entre los almendros. Un SUV híbrido, sí, pero con más clase que un mayordomo inglés.

¿Viajar en un BMW por Murcia es el lujo del futuro? Turismo murciano y BMW eléctrico una combinación que ya acelera
¿Viajar en un BMW por Murcia es el lujo del futuro? Turismo murciano y BMW eléctrico una combinación que ya acelera

Ese viaje me lo planificó una IA. La misma que ya sabe que me estreso si hay más de tres rotondas seguidas. Me propuso una ruta agroturística, me recomendó música barroca en versión electrónica y hasta me avisó de que habría cabras cruzando la carretera. No falló en nada.

Lo interesante no es solo el coche, sino el ecosistema que lo acompaña. Murcia ha entendido algo que muchos destinos aún ignoran: la experiencia empieza mucho antes del check-in y no acaba con el check-out. Por eso están integrando plataformas de alquiler de BMW directamente en las apps turísticas oficiales. ¿Te imaginas aterrizar en Corvera y que un BMW eléctrico te espere, cargado y con la climatización perfecta, en la puerta?

Pues ya es posible.

El turismo ya no es lo que era y por suerte tampoco los BMW

Hace tiempo, viajar significaba huir. Ahora significa vivir más intensamente. El 65% de los viajeros de alta gama ya pide propuestas hiperpersonalizadas. No quieren un hotel, quieren una historia. No quieren un coche, quieren una experiencia.

Ahí es donde entra el alquiler de BMW en Murcia. No como un servicio, sino como una especie de ritual futurista. Te subes, y el coche ya sabe si eres más de zarzuela o de techno ambiental. Los modelos de 2030 serán capaces de cambiar la ruta si detectan que estás aburrido, estresado o melancólico. Porque sí, los BMW del futuro también sabrán si echas de menos a tu ex.

Todo esto ocurre en una Murcia que apuesta por lo retro-futurista, con salinas centenarias conectadas a cargadores solares, hoteles boutique con paredes del siglo XVIII y asistentes holográficos en la recepción. Lo clásico y lo tecnológico se dan la mano con una naturalidad que ni en una película de Wes Anderson.

Cuando el alquiler supera a la propiedad

Hay un mantra nuevo entre los que entienden de movilidad: “No necesitas poseer un BMW, solo necesitas conducirlo cuando importa”. Y eso está cambiando el juego.

El mercado del alquiler de coches de lujo está en plena ebullición. Se estima que crecerá a más de $89 mil millones en pocos años, impulsado por viajeros que ya no quieren compromisos largos, sino emociones rápidas y confort sin complicaciones. En otras palabras, BMW sin hipoteca emocional.

Murcia lo sabe y lo aplica. GT Rentals, una de las firmas que lideran esta transición, te permite reservar un coche en tres minutos y recibirlo donde digas. ¿Una reunión en Cartagena y una escapada a Cabo de Palos en la misma jornada? Sin problema. El coche te espera a la salida, con el maletero listo para el bañador o el portátil.

«Los contratos del futuro se firman con el dedo y se cancelan con la mirada», me dijo un directivo de la empresa. Y aunque me reí en ese momento, ya están desarrollando suscripciones que cambiarán el modelo del alquiler para siempre: flexibles, inteligentes, con IA que te propone hasta playlists según el humor.

Eco-hedonismo sobre ruedas

Sí, el turismo del mañana quiere regenerar. Pero sin renunciar a un buen motor. Y eso que antes parecía contradictorio, ahora es posible. El BMW XM híbrido supera los 750 CV y aun así puede recorrer tramos en modo completamente eléctrico. Es como ver a Schwarzenegger haciendo yoga.

Y luego están los modelos experimentales: el Vision AMBY, que combina bicicleta y moto según la ciudad, o los interiores sin cuero, hechos con materiales reciclados del océano, con una huella de carbono ridículamente baja. Este tipo de detalles, que antes eran curiosidades de feria, ahora son argumentos de peso para los viajeros con criterio.

“El lujo sin conciencia es solo exceso” (sentencia atribuida a Coco Chanel)

Las rutas que ya son leyenda

Valle de Ricote, Costa Cálida, la ruta de los Castillos, el interior minero de La Unión… Murcia se convierte, poco a poco, en un tablero de juego donde cada parada ofrece una recompensa: un vino raro, una cueva oculta, un paisaje que no sale en Google Maps.

¿Y si a cada parada le sumamos un sello digital, un guiño a lo vintage? Es una propuesta que ya se baraja: gamificar el viaje con insignias virtuales que premien la curiosidad. No es solo moverse, es jugar a viajar.

«Murcia no se visita, se explora como una cápsula del tiempo».

Los Retro Seekers ya lo saben. Alquilan BMW con acabados Heritage, funden gasolina y memoria, y buscan esa extraña mezcla de nostalgia y novedad que solo algunos lugares logran ofrecer. Y Murcia, con sus palacetes desvencijados y sus huertas eternas, es uno de ellos.

“Viajar es recordar el futuro” (aforismo murciano inventado por mí)

¿Estamos preparados para lo que viene?

Hacia 2030, el coche sabrá más de ti que tu pareja. Y probablemente te llevará a lugares que aún no figuran en TripAdvisor. Pero lo más importante no será eso. Será la sensación, casi inexplicable, de que viajar en un BMW por Murcia te conecta con algo más grande: una forma de moverse, sí, pero también una forma de entender el tiempo, el paisaje y el placer.

Porque al final, el lujo verdadero no hace ruido. Es ese silencio cuando se cierran las puertas del coche y solo queda el rumor del motor eléctrico, el reflejo del sol sobre el capó, y la certeza de que no necesitas más.

Y ahora que sabes todo esto…

¿Estás listo para arrancar hacia 2030 o seguirás esperando en la gasolinera del pasado?

El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro

¿Por qué el SABOR A MAMÁ nunca pasa de moda? El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro

Estamos en julio de 2025 y en muchas cocinas del mundo, mientras el aire se impregna del olor a pan frito, canela o cebolla pochada, algo más que comida se está cocinando. Lo que se cuece es memoria, ternura y sentido de pertenencia. Porque pocas cosas conectan tan profundamente con nuestras raíces como compartir recetas con mamá. Es en ese acto aparentemente simple —remover una bechamel, pelar zanahorias, o batir un bizcocho— donde se transmite una herencia emocional que no cabe en libros ni manuales. Es un diálogo íntimo entre generaciones, cargado de silencios sabios y cucharas de madera.

¿Por qué el SABOR A MAMÁ nunca pasa de moda? El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro
¿Por qué el SABOR A MAMÁ nunca pasa de moda? El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro

Y es que recetas con mamá no es solo una frase bonita para una campaña de marketing. Es un conjuro. Una llave que abre puertas a recuerdos escondidos. El aroma de unas croquetas al freírse puede devolvernos, de golpe, a una tarde de lluvia en la infancia, a esa cocina donde mamá parecía tener superpoderes. Cocinar junto a ella es mucho más que aprender técnicas: es un acto de amor comestible, un lenguaje secreto que se graba en la memoria para siempre.

«Una albóndiga bien hecha vale más que mil consejos mal dados.»

Las albóndigas de la abuela y otros pactos con la eternidad

Hace tiempo entendí que hay platos que son una especie de pasaporte a lo que fuimos. Las albóndigas en salsa, por ejemplo. Mi madre no las cocinaba, las acariciaba. Mezclaba carne de ternera y cerdo con pan remojado en leche, ajo y perejil con la paciencia de quien sabe que el verdadero sabor no tiene prisa. Aquello no era cocina: era alquimia. Y el sofrito… ese sofrito lento de cebolla y zanahoria podía hacer llorar al más duro.

Dicen que el secreto está en la salsa. Yo creo que está en las manos. Las manos de mamá, de la abuela, de todas esas mujeres que supieron transformar las sobras en manjares sin pretensiones. Cuando servía el plato, no solo nos alimentaba. Nos estaba diciendo: aquí estoy, esto es hogar.

«La cocina de mamá es el único lugar donde la física se convierte en poesía.»

Croquetas que crujen como un aplauso

Las croquetas eran otra historia. O mejor dicho, otra épica. Porque hacer una bechamel perfecta es casi un acto de fe. Mantequilla, harina y leche templada removidas sin tregua. Sin mirar el reloj. Solo esperando que la masa se despegara limpiamente de la sartén, como quien sabe que el universo se ordena solo si se respeta el tiempo.

Con lo que sobraba del pollo del domingo, mamá componía pequeños cilindros de felicidad. Era un acto de justicia doméstica: nada se tira, todo se transforma. Y cuando las croquetas salían de la sartén, doradas y crujientes, el mundo se detenía un instante. Incluso los más escépticos sabían que allí había algo sagrado.

El cocido madrileño y la religión del mediodía

El cocido no era comida. Era liturgia. Desde poner los garbanzos en remojo hasta servir los tres vuelcos en orden —primero la sopa, luego los garbanzos con verduras, al final las carnes— todo tenía una coreografía invisible. Había algo ceremonial en esa espera. El vapor que salía de la olla llevaba consigo siglos de historia, de hambre, de invención, de familias que resistieron gracias a platos así.

No había prisa. Solo cucharones que servían mucho más que comida: servían unidad, recuerdo, relato compartido. Comer cocido con la familia era como ver una película antigua donde ya sabíamos el final, pero igual llorábamos en la misma escena.

El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro 50

El flan, las torrijas y otros hechizos dulces

Y luego venían los postres. El flan de huevo, por ejemplo. Qué arte tenía mi abuela para saber cuándo el caramelo estaba en su punto exacto. Ni antes ni después. El flan era tan suave que se deshacía como un suspiro de verano. Y siempre tenía algo especial, algún toque misterioso: a veces vainilla, otras limón. Pero lo que no fallaba era ese baño maría que ella vigilaba como quien cuida una vida.

Las torrijas eran la otra cara del milagro. Pan duro convertido en ambrosía. Canela, leche, huevo, aceite. Y sobre todo, mimo. No había Semana Santa sin el perfume de las torrijas recién hechas llenando la casa. Y el arroz con leche… ah, eso era otra dimensión. Remover lentamente mientras se cuentan historias es una forma de hacer tiempo comestible.

El SABOR A MAMÁ es la receta secreta del futuro 51

Tecnología con sabor retro

Ahora los tiempos cambian, pero el sabor a mamá se adapta. Robots de cocina que baten como ella, impresoras 3D que replican sus flanes y apps que guardan sus recetas como si fueran códices medievales. Pero lo curioso es que, cuanto más avanzamos, más volvemos al origen. La estética retro, con sus azulejos de flores y neveras rojas, no es un capricho vintage. Es una forma de resistencia. Es gritar: “sí, se puede cocinar sin microondas, sin prisas y sin miedo a mancharse”.

En muchos restaurantes ya se rinde culto a ese pasado comestible. Se deconstruye la croqueta, se espumifica el flan, se sirve la torrija en copa martini. Pero el alma sigue ahí. Intacta. Como una promesa silenciosa que flota entre cucharones de madera y cazuelas de barro.

Madres, abuelas y la memoria del fogón

La verdadera inteligencia de las recetas no la inventó ninguna universidad. La diseñaron ellas. Las mujeres que cocinaban con intuición, con economía doméstica, con lo que había. Las que sabían que un buen guiso puede curar una tristeza. Y lo transmitían como se transmite una canción: de oído, de olfato, de tacto.

La UNESCO lo ha dicho con palabras cultas: patrimonio cultural inmaterial. Pero nosotros lo sabíamos desde siempre. Cada receta es un mapa. Un relato. Una brújula para no perderse. Y si hay algo que merece ser guardado, es ese código invisible que dice: así se cuida, así se quiere.

«Una receta de mamá no se copia, se encarna.»

Redes sociales con olor a canela

En esta era digital, hasta las abuelas están en Instagram. Se suben vídeos de torrijas, se comparten secretos de arroz con leche, se pelean por la textura de la croqueta perfecta. Bajo hashtags como #RecetaDeLaAbuela y #CocinaTradicional, las nuevas generaciones redescubren lo que siempre estuvo ahí. Y lo mejor es que no se trata solo de copiar. Es reinterpretar. Crear. Añadir nuevas notas a una melodía milenaria.

Porque lo importante no es reproducir al milímetro, sino mantener vivo el fuego. No el del fogón, sino el otro: el que arde dentro cuando olemos un guiso que nos devuelve la infancia.

Comer bien como acto de rebeldía

Hoy, en un mundo donde todo es rápido, procesado y prefabricado, sentarse a cocinar un cocido puede parecer un gesto anacrónico. Y lo es. Por eso mismo es poderoso. Cocinar como mamá no es mirar al pasado, es plantarle cara al presente. Decir “yo decido qué como, cuándo y cómo”.

Es elegir ingredientes de verdad, poner las manos en la masa, compartir lo que se hace. Es humanidad en estado puro. Y también es belleza. Porque no hay nada más hermoso que un plato que cuenta una historia.

Lo que vendrá huele a pan recién hecho

No tengo duda: las cocinas del futuro estarán llenas de pantallas, sensores y algoritmos. Pero también estarán llenas de recetas de mamá. La IA será muy lista, pero seguirá necesitando las instrucciones de una abuela gallega para no pasarse con la sal. Las impresoras 3D harán flanes perfectos, pero aún no podrán replicar ese momento exacto en que tu madre dice “está hecho” sin mirar el reloj.

Y eso es tranquilizador. Saber que el sabor a mamá no desaparecerá. Solo cambiará de forma, de canal, de utensilio. Pero seguirá ahí, resistiendo entre cucharadas de arroz con leche y albóndigas jugosas.

“No hay amor más sincero que el que se cocina a fuego lento.”
— George Bernard Shaw

¿Será este el nuevo lujo?

Cuando todo sea inmediato, ¿no será el verdadero lujo tener tiempo para cocinar? Cuando lo artificial lo invada todo, ¿no serán las recetas de mamá el último reducto de verdad? Y si perdemos ese sabor… ¿no perderemos también un pedazo esencial de lo que somos?

Porque al final, cuando todo falle, cuando todo cambie, habrá algo que seguirá funcionando: el sabor a mamá. Ese que nos recuerda que hubo un tiempo en que la felicidad cabía en una croqueta caliente. ¿Y si ese tiempo nunca se fue? ¿Y si simplemente está esperando que volvamos a encender el fuego?

Carboneras en Almería una localidad costera que combina descanso y tradición

 

Ubicada en la costa sureste de España, Carboneras se presenta como un destino que atrae por su oferta de tranquilidad y paisajes naturales. Este enclave del litoral almeriense cuenta con playas amplias, aguas limpias y un entorno que favorece la desconexión del ritmo urbano. Su historia está ligada al mar y al paso de distintas culturas que dejaron su impronta en el patrimonio local.

Quienes visitan la zona suelen buscar un hotel en Carboneras Almería con acceso cercano a la costa y servicios que les permitan aprovechar las actividades del lugar. Estos alojamientos ofrecen opciones funcionales para familias, parejas o viajeros individuales, y se adaptan a distintos presupuestos. Desde allí es posible realizar caminatas, acceder a rutas en bicicleta o participar en actividades acuáticas organizadas por operadores locales.

Carboneras en Almería una localidad costera que combina descanso y tradición 55

La gastronomía es uno de los aspectos destacados del municipio. Establecimientos como el Hotel Las Palmas explican que los productos del mar tienen un papel central en la cocina de la zona. “Entre los platos más solicitados figuran los pescados fritos y las tapas tradicionales, preparados con recetas que mantienen técnicas locales. También es habitual encontrar bebidas elaboradas con productos de proximidad, que complementan la oferta gastronómica con propuestas frescas y accesibles”.

Durante el mes de junio, el destino suma a su oferta habitual una agenda de actividades que moviliza tanto a residentes como a turistas. Las condiciones climáticas favorecen la realización de eventos al aire libre, y la programación cultural incluye música, danza y muestras gastronómicas. Estos eventos permiten conocer de forma directa las costumbres locales y fortalecen la interacción entre visitantes y comunidad.

Además de las actividades organizadas, ofrece espacios naturales que invitan al descanso. Las playas de la localidad, de acceso libre y con servicios básicos, están acondicionadas para el turismo familiar. A lo largo del paseo marítimo se pueden encontrar zonas de descanso, comercios y restaurantes, lo que permite disfrutar de la costa sin necesidad de grandes desplazamientos.

En los últimos años, se ha observado un crecimiento del turismo interno y regional. La mejora de las vías de acceso y la difusión de la oferta local a través de medios digitales han contribuido al aumento del número de visitantes, especialmente durante los meses de verano. El perfil del turista es diverso, aunque predomina aquel que busca destinos con menor densidad de público y mayor contacto con entornos naturales.

También cuenta con servicios complementarios como centros de información turística, espacios culturales, ferias temporales y actividades vinculadas al entorno marino. Algunos programas están dirigidos a escolares y grupos organizados, con visitas guiadas o propuestas educativas sobre el medio ambiente y la historia de la región.

Las autoridades locales promueven un desarrollo turístico sostenible, con énfasis en la conservación del entorno y la participación de negocios locales en la cadena de valor. Estas medidas buscan preservar el equilibrio entre el crecimiento económico y la protección de los recursos naturales que caracterizan a la zona.

Carboneras es un destino que combina recursos naturales, servicios turísticos básicos y una programación cultural estacional. Su ubicación y características lo convierten en una opción viable para quienes buscan descansar, conocer nuevas tradiciones y acceder a propuestas gastronómicas con identidad regional. La experiencia del visitante se construye a partir de elementos concretos: alojamiento funcional, productos locales y actividades accesibles en un entorno bien conservado.

 

El geoparque de Granada impulsa experiencias de turismo activo con enfoque sostenible

 

El geoparque de Granada se posiciona como un espacio natural que combina patrimonio geológico, cultural y actividades al aire libre, promoviendo una forma de turismo basada en la interacción directa con el entorno. Su propuesta busca atraer a visitantes interesados en recorrer paisajes abiertos, conocer la historia local y participar de experiencias que integren actividad física, educación ambiental y conciencia ecológica.

El turismo activo en el geoparque de Granada se caracteriza por una amplia oferta de actividades adaptadas a diferentes niveles de experiencia. Las opciones incluyen rutas de senderismo señalizadas, circuitos para ciclistas y recorridos temáticos que permiten explorar distintas áreas del territorio. Esta variedad hace posible que personas de todas las edades y condiciones físicas puedan participar, sin necesidad de preparación específica previa.

El geoparque de Granada impulsa experiencias de turismo activo con enfoque sostenible 59

Uno de los principales beneficios de esta actividad es la posibilidad de desconectarse de la rutina y el ritmo acelerado de la vida urbana. Esta inmersión en este tipo de entorno actúa como un bálsamo para la mente, facilitando la recuperación del equilibrio emocional. La tranquilidad del paisaje, combinada con la actividad física, promueve la relajación y el bienestar general.

Los visitantes tienen acceso a zonas con alto valor paisajístico y cultural, muchas de las cuales conservan evidencias geológicas que datan de millones de años. Además, en distintas zonas se pueden encontrar huellas de comunidades pasadas, lo que convierte cada recorrido en una oportunidad para conocer aspectos históricos y geográficos del territorio. Esta dimensión educativa es parte integral de la propuesta.

El modelo de ecoturismo promovido en esta área geológica busca incentivar hábitos saludables. La participación en caminatas, recorridos en bicicleta u otras actividades físicas fomenta un mayor interés por el cuidado personal y el bienestar. Diversos estudios han vinculado este tipo de prácticas con mejoras en la salud física y mental, así como con la adquisición de rutinas más sostenibles en el tiempo.

Desde la empresa Goyo Garrido Adventure, explican: “A medida que las personas recorren el territorio protegido, se propicia un entorno que favorece la reflexión y la toma de conciencia. La distancia respecto del entorno habitual, combinada con la exposición a paisajes naturales, puede ayudar a reorganizar prioridades personales y fomentar una relación más consciente con el entorno”. Este componente individual forma parte del impacto que se busca generar con las propuestas del lugar.

Por otro lado, la mayoría de las actividades están pensadas para realizarse en grupo o en equipos reducidos, lo que facilita la interacción entre los participantes. Esta dimensión social añade valor a la experiencia general, ya que permite compartir conocimientos, colaborar y establecer vínculos con personas que comparten intereses similares. Las dinámicas grupales también favorecen la convivencia y la resolución colectiva de desafíos.

Asimismo, se promueve una política activa de sostenibilidad ambiental. Se fomenta el uso responsable de los recursos, la minimización del impacto ecológico y la preservación de los ecosistemas. Las iniciativas incluyen señalética adecuada, gestión eficiente de residuos y programas educativos sobre conservación del entorno. Los visitantes reciben indicaciones claras para respetar el entorno y contribuir a su cuidado durante su permanencia.

En un contexto turístico cada vez más orientado hacia propuestas personalizadas y conscientes, el geoparque de Granada ofrece una alternativa concreta a los circuitos tradicionales. Lejos de los grandes centros urbanos y de las actividades masivas, esta opción pone en primer plano la relación entre el visitante, el entorno natural y la historia del lugar. A través de una oferta que combina actividad física, aprendizaje y respeto por el medioambiente, este enclave andaluz se consolida como un referente del turismo activo con enfoque sostenible.

 

Salsas mexicanas que debes probar y dónde encontrarlas

Salsas mexicanas que debes probar y dónde encontrarlas.

Salsas mexicanas que debes probar y dónde encontrarlas 63

Explorar México va más allá de sus paisajes, su historia o su música. Es también sumergirse en un universo gastronómico sin igual, donde las salsas ocupan un lugar central. Estas preparaciones no solo realzan los sabores de los platillos tradicionales, sino que también reflejan la diversidad cultural y regional del país.

Desde opciones suaves y dulces hasta combinaciones intensas y picantes, las salsas mexicanas son imprescindibles en cualquier ruta culinaria por el país. Descubrirlas es comprender mejor la identidad gastronómica de México, y saber dónde encontrarlas puede convertir cualquier viaje en una experiencia aún más auténtica.

Principales tipos de salsas mexicanas que no puedes dejar de probar

Salsa verde

La salsa verde es una de las más populares y versátiles de la cocina mexicana. Elaborada principalmente con tomatillo, chile serrano, ajo y cebolla, esta salsa se caracteriza por su sabor fresco y ligeramente ácido. Es ideal para acompañar tacos, enchiladas o chilaquiles, y su nivel de picante varía según la cantidad y tipo de chile que se utilice.

Se puede encontrar en cualquier taquería, restaurante o mercado local. En estados como Puebla, Hidalgo o Ciudad de México, se elabora con recetas familiares que han pasado de generación en generación.

Salsa roja

Otra de las imprescindibles es la salsa roja, elaborada con chiles secos como el guajillo, pasilla o ancho, junto con ajo, cebolla y tomate. Su sabor es más profundo y ahumado, ideal para carnes asadas, quesadillas o sopas.

Aunque su presencia es nacional, en Oaxaca y Jalisco se preparan versiones especialmente aromáticas. Allí se le añaden especias como comino o clavo para darle un toque distintivo.

Salsa macha

Originaria de Veracruz y popularizada en varias regiones del centro del país, la salsa macha se distingue por su base de chiles secos fritos en aceite, combinados con semillas de sésamo, cacahuate o ajo. Es una salsa picante y con una textura más densa, perfecta para acompañar carnes o como aderezo de botanas.

Su intensidad ha hecho que gane popularidad también fuera de México, y hoy en día es común encontrarla en tiendas especializadas en productos gourmet.

Salsas tradicionales regionales que debes buscar en tu viaje

Mole poblano

Aunque el mole es más que una simple salsa, merece una mención especial. Elaborado con más de 20 ingredientes, como chiles, chocolate, especias y frutos secos, el mole poblano es el más representativo. Su sabor es complejo, equilibrando el dulzor con el picante de manera única.

Es un platillo icónico de Puebla, donde se sirve comúnmente sobre pollo o pavo. Visitar esta ciudad sin probar su mole sería dejar el viaje incompleto.

Salsa de chile habanero y naranja agria

En la región de la Península de Yucatán, destaca una salsa muy particular: la de chile habanero con naranja agria. Es extremadamente picante y refrescante al mismo tiempo, una combinación ideal para acompañar la cochinita pibil o pescados a la parrilla.

Se encuentra en prácticamente todos los restaurantes yucatecos, y su sabor cítrico le aporta un carácter único que contrasta con la intensidad del habanero.

Dónde encontrar las mejores salsas en México

Mercados locales

Los mercados municipales o tradicionales son el punto ideal para descubrir salsas auténticas. En lugares como el Mercado de San Juan en Ciudad de México, el Mercado 20 de Noviembre en Oaxaca o el Mercado Lucas de Gálvez en Mérida, se puede conversar directamente con los productores y probar sus recetas antes de comprar.

Allí se encuentran salsas elaboradas con ingredientes frescos, muchas veces cultivados en la misma región. Además, es común que los vendedores compartan consejos sobre cómo usarlas o con qué platillos combinarlas mejor.

Tianguis y ferias gastronómicas

Los tianguis (mercados ambulantes) y ferias regionales también ofrecen una gran variedad de salsas artesanales. En estos espacios, además de encontrar productos locales, se pueden degustar combinaciones poco convencionales, como salsas con frutas tropicales, salsas fermentadas o versiones veganas sin aceite.

Son perfectos para explorar sabores nuevos y comprar productos directamente de pequeños productores.

Restaurantes con cocina tradicional

Finalmente, los restaurantes que se especializan en cocina tradicional mexicana suelen elaborar sus propias salsas en casa, siguiendo recetas familiares. Desde las salsas servidas como entrada con totopos, hasta aquellas que forman parte del plato principal, estos lugares ofrecen una muestra fiel de cómo las salsas complementan y transforman la experiencia gastronómica.

Entre los más recomendados se encuentran las fondas locales, los comedores de barrio y los restaurantes familiares en pueblos mágicos.

Consejos para disfrutar al máximo las salsas mexicanas

  • Probar primero en pequeñas cantidades: algunas salsas son muy picantes y su intensidad puede sorprender. Es mejor ir poco a poco.
  • Preguntar por los ingredientes: si se tiene alguna alergia o intolerancia, conviene asegurarse antes de consumirlas.
  • Llevar un envase reutilizable: muchos vendedores en mercados aceptan rellenar tu propio recipiente, ayudando a reducir residuos.
  • Evitar mezclar muchas salsas al mismo tiempo: esto puede alterar los sabores originales. Es mejor probar una a la vez y apreciar sus matices.

Explorar las salsas mexicanas es una experiencia culinaria que va más allá del paladar. Es un recorrido por la historia, la tierra y las costumbres de un país donde el sabor se vive con intensidad. Probarlas durante un viaje a México es abrir una ventana a su cultura más profunda, y cada salsa, una historia que contar.

 

¿Es la HONDA GB 350 S “Hachimaan” la locura retro más salvaje jamás creada?

¿Es la HONDA GB 350 S “Hachimaan” la locura retro más salvaje jamás creada? HONDA GB 350 S convertida en Chopper: cuando el futuro abraza lo vintage sin frenos

Nos situamos en julio de 2025, en las soleadas costas de Biarritz, Francia 🏖️, y la atmósfera está electrizante: cientos de aficionados al mundo custom esperan impacientes que se revele el secreto mejor guardado del evento Wheels and Waves. Entre motos clásicas, tatuajes extravagantes y barbas kilométricas, el aire vibra con una sola pregunta: ¿Quién se atreverá a ir más allá? Y entonces, entre aplausos y miradas atónitas, aparece la Honda GB 350 S, reconvertida en una auténtica bestia vintage con un nombre místico y guerrero: «Hachimaan». Honda GB 350 S, quédate con ese nombre, porque este chopper tiene pinta de leyenda inmediata.

¿Es la HONDA GB 350 S “Hachimaan” la locura retro más salvaje jamás creada? 67¿Es la HONDA GB 350 S “Hachimaan” la locura retro más salvaje jamás creada? 68

Origen: Retro-Honda GB 350 S als Hardcore-Chopper: Custombike «Hachimaan»

HONDA GB 350 S “Hachimaan”: entre el pasado romántico y la audacia futurista

Nunca olvidaré la primera vez que vi esta motocicleta. Fue amor a primera vista. O más bien, una fascinación perversa que surge cuando observas algo que sabes que es peligroso, pero que aun así te llama irremediablemente. Y es que la Honda GB 350 S “Hachimaan”, creada por los sardos de Maan Motocicli Audaci, no es simplemente una moto: es una declaración de guerra al aburrimiento sobre dos ruedas.

La primera impresión impacta directo al corazón: «¿Cómo demonios alguien tuvo el valor de construir semejante locura?» 🤯 Una Honda, que originalmente apenas roza los 21 caballos, transformada en un imponente chopper radical, con un estilo tan retro y agresivo que incluso Marlon Brando en «Salvaje» habría dudado antes de montarse en ella.

En el escenario de Biarritz, mientras algunos la observaban con incredulidad y otros con admiración, el constructor italiano sonreía con una mezcla de orgullo y picardía. No era para menos. Esta moto se burla de todas las reglas convencionales del motociclismo moderno. «Hachimaan» es irreverencia pura sobre ruedas.

Honda GB 350 S hecha Chopper, la belleza de ir sin frenos (literalmente)

¿Te atreverías a montar una moto sin freno delantero, con el único recurso de una pequeña pinza en la rueda trasera rígida? El estilo de conducción debe ser, por decirlo suavemente, «particular». No es algo para novatos, ni para aquellos que busquen comodidad. Esto es una moto hecha para valientes.

La Honda GB 350 S original no es especialmente potente ni tampoco intimidante, pero convertida en “Hachimaan”, adquiere un aura rebelde que contrasta dramáticamente con su pacífica naturaleza de serie. El chasis rígido, tan retro como peligroso, recuerda a aquellas motos antiguas de los años 30 y 40, donde la suspensión era más un lujo que una necesidad. Y por supuesto, la falta de freno delantero solo acentúa esa conexión con la esencia más primitiva y salvaje del motociclismo.

Imagina ahora que además, esta moto ni siquiera tiene la palanca del embrague donde esperarías encontrarla. Para pilotar esta obra maestra de la locura mecánica, debes usar el pie izquierdo para embragar y la mano izquierda para cambiar de marcha, aferrado a una elegante palanca coronada por una bola de billar negra, la clásica número ocho. Es como conducir y jugar al billar al mismo tiempo, una experiencia que seguramente acabaría en desastre para más de uno, pero que es precisamente lo que hace que esta máquina tenga un magnetismo tan peculiar.

La obsesión por los detalles: así es la HONDA GB 350 S “Hachimaan”

El color azul metálico de su depósito Peanut brilla bajo el sol del Mediterráneo con el encanto de las cosas antiguas, mientras su escape lateral corto, completamente sin silencioso, retumba «como un animal salvaje a punto de morder». En palabras de quienes pudieron escucharla en directo, «su rugido hace olvidar que solo tiene 21 caballos».

Pero no todo es romanticismo: “Hachimaan” pesa alrededor de 150 kilos, bastante menos que la original Honda GB 350 S de 178 kg. Este adelgazamiento radical la convierte en una montura que, además de intimidar visualmente, promete unas sensaciones mucho más inmediatas. Aunque, tristemente, esta audacia tiene consecuencias inevitables: perdió su homologación para circular en carretera europea. ¡Oh, ironía! ¿Para qué sirve una obra tan maravillosa si no puede rodar libremente? Quizá sea solo un acto de rebeldía más.

El misterio de Cagliari: ¿es Maan Motocicli Audaci la nueva Meca del Custom europeo?

En 2022, los constructores de Maan Motocicli Audaci ya dieron de qué hablar cuando ganaron el certamen Wheels and Waves con una Honda CMX 500 Rebel personalizada. Ahora, con la GB 350 S convertida en “Hachimaan”, el taller sardo busca reafirmar su liderazgo y, de paso, demostrar que en la personalización de motos no hay límites, solo desafíos cada vez más retorcidos.

Hasta finales de verano, Honda permitirá a los fanáticos votar por la moto más impresionante desde la plataforma oficial Honda Customs. ¿Será Sardinia, la isla del sol, nuevamente protagonista del motociclismo europeo más audaz?

“La belleza salvará al mundo.” (Fiódor Dostoyevski)

Tal vez no sea prudente pilotar una moto sin frenos delanteros y sin amortiguación trasera en una carretera convencional, pero sin duda es bello. Quizá lo más hermoso de la Honda GB 350 S “Hachimaan” no sea ni siquiera su impactante diseño retro o su estruendoso escape, sino su forma descarada y poética de recordarnos que todavía quedan locos maravillosos capaces de soñar más allá de lo racional y lo convencional.

“Solo quien se arriesga es verdaderamente libre.” (Séneca)

Al final, la pregunta no es si “Hachimaan” es práctica o segura, sino si nos atrevemos a volver a soñar con un motociclismo visceral, audaz, romántico y genuinamente rebelde. Porque, en tiempos donde la mayoría busca seguridad y comodidad, esta chopper nos recuerda que la verdadera pasión es siempre incómoda, arriesgada y, precisamente por eso, profundamente atractiva.

¿Serías capaz tú de montarla? O mejor aún, ¿serías capaz de domar su rebeldía sin acabar en el suelo al primer intento? «Quizás no, pero sería divertido intentarlo.» 😉

¿Has oído hablar de la terraza más retro? Alabardero Pozuelo

¿Has oído hablar de la terraza más retro de POZUELO? Alabardero Pozuelo suena a vinilo pero huele a futuro

Estamos en verano de 2025, en Pozuelo de Alarcón. El sol cae lento sobre las copas de los árboles y las terrazas se convierten en auténticos refugios con banda sonora propia. En este escenario cálido y evocador, descubro uno de esos restaurantes en Pozuelo con terraza que no necesitan cartel luminoso para seducir: basta con cruzar la verja, dejarse envolver por el murmullo de las hojas y respirar el aroma a brasa que flota en el aire. Aquí, el clasicismo tiene sabor, y el presente se escribe con carbón vegetal.

Lo que a simple vista parece otro restaurante Pozuelo más, es en realidad una cápsula del tiempo donde las croquetas saben a bar de puerto de los años 70 y los entrecots madurados se sirven con mirada de western. En este restaurante en Pozuelo, cenar no es solo una cuestión de hambre, sino de relato: una especie de cortometraje costumbrista con tintes de road movie emocional. Por eso, si alguna vez has querido cenar en Pozuelo y sentir que formas parte de una historia que mezcla pasado, presente y futuro, este rincón te está esperando.

¿Has oído hablar de la terraza más retro de POZUELO? Alabardero Pozuelo suena a vinilo pero huele a futuro
¿Has oído hablar de la terraza más retro de POZUELO? Alabardero Pozuelo suena a vinilo pero huele a futuro

POZUELO suena a familia, a barrio bien, a tráfico contenido y padel sin remordimientos. Pero también esconde callejones verdes, parques con susurros de hoja perenne y esquinas donde uno puede sentarse a tomar un vino sin sentir que le están vendiendo una foto de Instagram. Así es como llego a este sitio. Buscando esa rareza: un lugar que tenga pasado sin renunciar al presente. Y lo encuentro. Bueno, mejor dicho, me encuentra él a mí.

¿Has oído hablar de la terraza más retro? Alabardero Pozuelo 72

La terraza que no presume pero seduce

Lo primero que me atrapa no es la comida. Es el sonido. Un murmullo de hojas que se cuela entre las mesas, el tintinear de copas, el susurro de una conversación en clave baja. No hay DJs ni luces LED. Solo toldos color crema, sillas de hierro forjado y una sensación de domingo perpetuo. “Esto parece un fotograma de Saura con final feliz”, pienso mientras me sirven la primera copa.

¿Has oído hablar de la terraza más retro? Alabardero Pozuelo 73

Las mesas se dispersan entre los árboles como si no quisieran molestar, y todo tiene ese punto justo entre lo rústico y lo discreto que se agradece tanto cuando uno quiere escapar sin parecer que huye. Al fondo, la brasa chisporrotea como en un western gastronómico.

Dentro, cuando el invierno aprieta, cambia el tono de la película. Las fotos en sepia del Grupo Lezama cuelgan de las paredes como créditos iniciales. Hay chimenea. Hay madera. Hay una sensación de calor humano que no está en la carta, pero sí en la atmósfera.

¿Has oído hablar de la terraza más retro? Alabardero Pozuelo 74

“Croquetas como un bar de puerto en los 70”

Las croquetas de langostinos al ajillo no deberían estar tan buenas. Pero lo están. Son cremosas, tienen ese punto nostálgico que te recuerda a un chiringuito con servilletas de papel que volaban, a tardes en Santander, a meriendas con olor a mar y transistor. El rabo de toro, meloso, se funde en la boca como si hubiera pasado años escribiendo su discurso final.

Pero el golpe de efecto llega con el entrecot madurado. Un corte generoso, lleno de verdad, con el carbón vegetal marcando su ley. Lo acompañan unos pimientos de piquillo que podrían salir en la portada de una revista retro, con su rojo intenso y ese dulzor tan de antes.

El faisán en moscatel es un viaje al pasado más elegante. Te hace pensar en cenas de Nochebuena con candelabros y chistes malos de cuñado. Y la torrija… ay, la torrija. Azúcar crujiente, textura de abrazo. Como el primer beso después de una canción de Los Brincos.

“Cada plato es una postal con sabor a Super-8”

El camarero que me guiña el ojo

Reservo online, entro y ya estoy dentro de una historia. El camarero no me pregunta si soy influencer ni si tengo alergias. Me guiña el ojo. Así, como quien comparte un secreto entre dos desconocidos. Pido rabas estilo Puerto Chico. Luego el pollo marinado al carbón, que sabe a novela de carretera. Todo tiene una narrativa, como si en vez de cocina tuvieran una cabina de guionistas.

¿Has oído hablar de la terraza más retro? Alabardero Pozuelo 75

El maître, entre copa y copa, me cuenta la filosofía de Lezama. Que aquí se forma gente joven, que se apuesta por las personas antes que por el balance contable. Me lo creo. Porque se nota en los detalles: la forma en que te recomiendan, cómo colocan los platos, cómo esperan a que pruebes antes de preguntarte.

“La economía más sabrosa es la del alma”

Un vermut que se cree banda sonora

Domingo. Mediodía. Vermut, croquetas, tomate aliñado. Suena un saxo imaginario que nadie ha puesto. Después, paseo por el parque hasta el mirador del Humera. Y vuelta al Alabardero, como quien vuelve al sofá después de ver una peli muy buena.

Para dos comensales valientes: arroz de bogavante. Vibraciones de costa, de viaje a Galicia sin peaje. Todo sabe a mar, pero sin mojarse los pies. Y si vas entre semana, el menú “Días Fantásticos” te ofrece un banquete de lunes a jueves por menos de lo que cuesta un parking en el centro.

Jazz, brunch y rumores entre bastidores

Aquí también hay rumores. Se dice que llegará un brunch otoñal con pan recién horneado. Que la terraza se convertirá en escenario de jazz acústico cuando baje el sol. Nadie confirma nada, pero ya estoy afilando los oídos. Porque cuando un lugar te da tanto con tan poco ruido, cualquier novedad suena a notición.

Y si el cuerpo no te da para salir, pides a domicilio. El entrecot y la tarta de queso en modo portátil. Te montas tu propia “Historias de la radio” en casa y dejas que el rider sea el repartidor de sueños culinarios.

“Algunos lugares no se cuentan, se escuchan”

Alabardero como máquina del tiempo

Al salir, la noche de Pozuelo me parece una postal congelada. El parque detrás, la terraza ya cerrando, y yo con el aroma de brasa en la ropa como si volviera de una barbacoa entre amigos. Llevo en el bolsillo una tarjeta que dice: “Siéntate y disfruta”, como si alguien hubiera escrito el guión de mi tarde con letra elegante.

No sé qué cinta rodará Alabardero cuando llegue la primavera, pero tengo claro que será una mezcla de tradición y atrevimiento. Que quizá vuelvan las rabas, el Valdubón frío, las croquetas que suenan a vinilo.

Y entonces volveré. Con hambre de historia. Con la cámara Super-8 en la cabeza. Porque hay lugares que son más que restaurantes: son capítulos de algo que todavía no hemos terminado de contar.


“La nostalgia no es el pasado, es una promesa que no olvida”

“Donde hay fuego, hay alma”

Alabardero Pozuelo mezcla lo retro y lo futurista en cada plato

Croquetas, entrecots y faisán con alma de película antigua

¿Y tú? Ya has comido en muchos sitios. Pero… ¿alguna vez te han contado una historia mientras cenabas?

Las excursiones en barco combinan descanso actividades y paisajes durante el verano

 

Las actividades náuticas han ganado protagonismo entre quienes buscan una experiencia diferente durante la temporada estival. Los paseos en barco ofrecen una forma de disfrutar del mar con comodidad y libertad, ya sea en pareja, con amigos o en grupos organizados. Este tipo de salidas permite acceder a calas poco concurridas, practicar deportes acuáticos, compartir una comida a bordo o simplemente relajarse lejos de la costa.

El aumento de la demanda de excursiones en barco en Mallorca responde a su amplia oferta de rutas, horarios y servicios personalizados. Desde salidas de medio día hasta jornadas completas, las opciones se adaptan a diferentes perfiles y objetivos. Algunas salidas priorizan el contacto con la naturaleza, incluyendo paradas para hacer snorkel o nadar, mientras que otras se enfocan en el ocio y la gastronomía, con catering y bebidas incluidas. También hay recorridos que permiten contemplar el atardecer desde el mar, una propuesta especialmente valorada por parejas.

Las excursiones en barco combinan descanso actividades y paisajes durante el verano 79

Las embarcaciones disponibles varían según el tipo de experiencia deseada. Se pueden contratar embarcaciones a motor, veleros, catamaranes o lanchas rápidas, con o sin tripulación. Para quienes no tienen licencia náutica, muchas empresas ofrecen paseos guiados con patrones profesionales, encargados de la navegación y la seguridad a bordo. Esto permite que los pasajeros se concentren en disfrutar del trayecto, sin preocupaciones técnicas.

Uno de los atractivos principales es la posibilidad de explorar zonas menos accesibles por tierra. Las costas rocosas, las cuevas marinas y las playas escondidas forman parte de muchos itinerarios. Además, los recorridos suelen incluir información sobre el entorno natural, lo que convierte la actividad en una experiencia enriquecedora y distinta a otras propuestas turísticas tradicionales.

Las salidas en grupo permiten compartir la jornada con otras personas, lo que puede resultar ideal para quienes viajan solos o desean socializar. Estas salidas suelen tener precios más accesibles, aunque con capacidad limitada para asegurar el confort de los participantes. En cambio, las excursiones privadas garantizan mayor flexibilidad y exclusividad, permitiendo personalizar la ruta, los horarios y los servicios a bordo.

El verano es la temporada con mayor actividad náutica, por lo que se recomienda reservar con antelación. Las condiciones climáticas suelen ser favorables, aunque las empresas están preparadas para modificar recorridos o fechas en caso de variaciones meteorológicas. Todas las embarcaciones habilitadas cumplen con las normativas de seguridad y cuentan con chalecos salvavidas, botiquines y medios de comunicación.

También es importante tener en cuenta algunas recomendaciones básicas: llevar ropa cómoda, protección solar, agua potable y toalla. Para quienes planean nadar o bucear, se sugiere consultar si incluye material de snorkel o si es necesario llevar el propio. En algunos casos, se puede solicitar equipo adicional o actividades complementarias como paddle surf o kayak.

“Las excursiones en barco representan una opción versátil, capaz de reunir relax, aventura y confort en una misma jornada. Ya sea con fines recreativos, celebraciones o simplemente como forma de conocer el entorno desde una perspectiva distinta, esta actividad continúa creciendo como alternativa turística”, señalan desde la empresa Sin Rumbo Mallorca.

Participar en un paseo náutico durante el verano permite disfrutar del entorno marino de forma activa, segura y organizada. La variedad de propuestas disponibles facilita que cada grupo o pareja encuentre una opción que se ajuste a sus intereses y presupuesto. Con paisajes naturales, buen clima y servicios adaptados, las salidas en barco se consolidan como una experiencia atractiva y completa.

 

Islandia, tierra de fuego y hielo

Islandia, tierra de fuego y hielo

¿Islandia tierra de fuego y hielo o solo un sueño imposible? Reikiavik retrofuturista y ballenas en el Atlántico norte desafían la lógica

Islandia. Pronúncialo en voz baja y ya sientes cómo se cuela un escalofrío entre los dientes. Imagina el fuego, el hielo y esa extraña sensación de que todo lo que creías saber sobre el paisaje —y sobre ti mismo— está a punto de saltar por los aires. Si alguna vez has soñado con perderte en un país donde los glaciares acarician volcanes dormidos y las auroras boreales bailan encima de casas multicolores, Islandia es tu billete de ida y vuelta a la parte más salvaje de la imaginación. Te invito a quedarte y recorrer conmigo cada rincón de esta tierra, porque lo que aquí sucede no se parece a nada. Ni siquiera a tus sueños más exagerados.

Islandia no es solo un país: es la respuesta salvaje a la rutina, el lugar donde el hielo y el fuego conviven como viejos cómplices y la naturaleza escribe historias imposibles a cada paso. Para los que buscan descubrir que ver en Reikiavik, la ciudad ofrece una mezcla irreverente de arte, bohemia y arquitectura retrofuturista que hipnotiza desde el primer vistazo. Pero la verdadera aventura comienza cuando dejas atrás la ciudad y te lanzas al mar del norte, donde el avistamiento de ballenas en Husavik promete una experiencia que va mucho más allá de cualquier documental de naturaleza.

A medida que el viaje avanza, el asombro crece con rutas míticas como el Círculo Dorado de Islandia, un recorrido donde géiseres, cascadas y paisajes volcánicos desafían toda lógica. Y si de cruzar fronteras físicas y emocionales se trata, el verdadero rito iniciático se encuentra en el Trekking por el glaciar Vatnajökull, donde el tiempo parece congelarse y la naturaleza se vuelve protagonista absoluta de la aventura. ¿Te atreves a dejar que Islandia rompa tus esquemas?

Islandia, tierra de fuego y hielo 83

“En Islandia el aire sabe a agua recién inventada.”

Pisar Islandia es decir adiós, aunque solo sea por un rato, a la lógica y a la rutina. Llegas y ya todo parece una provocación. El viento azota, la nieve cae cuando menos la esperas y el sol juega al escondite con unas nubes que no entienden de previsiones. Aquí, el hielo y el fuego no son opuestos: bailan juntos como viejos amigos, o rivales condenados a entenderse. En este escenario brutal y puro, cada paso es una invitación al asombro, y cada día una pequeña victoria contra la monotonía del mundo ordenado.

El retrofuturo de Reikiavik o cómo perderse para encontrarse

Reikiavik es una ciudad con nombre de saga y alma de artista. Aquí, todo parece diseñado para desafiar tus expectativas: la capital más septentrional del planeta es, al mismo tiempo, un refugio bohemio y un laboratorio de rarezas urbanas. No te dejes engañar por su tamaño. Reikiavik es pequeña solo en el mapa. En la vida real, se expande como un universo alternativo. Aquí los bares no tienen miedo al frío y los artistas no le temen al ridículo. El pasado vikingo sigue ahí, latente, pero disfrazado de presente alternativo, colorido y hasta un poco insolente.

La Hallgrímskirkja se levanta como un desafío a la gravedad y al sentido común. Inspirada en columnas de basalto —esas formaciones que solo el capricho geológico islandés podía inventar—, la iglesia es el edificio más alto de Islandia. Sube a la torre y verás la ciudad desplegarse bajo tus pies como una maqueta de Lego recién desordenada por un dios travieso. Frente a la iglesia, la estatua de Leif Erikson, ese vikingo que llegó antes que Colón al continente americano, te recuerda que aquí la historia pesa, pero nunca abruma.

Sigue caminando y tropezarás, sin remedio, con el Viajero del Sol (Sólfar), esa escultura moderna de acero que parece flotar entre la bahía y las montañas nevadas. Hay quien dice que evoca un barco vikingo en busca del sol poniente, pero yo la veo como un mensaje en clave del alma islandesa: siempre mirando hacia adelante, incluso cuando el horizonte es solo un espejismo helado.

Donde el arte y la naturaleza se citan para un café

Te adentras por Laugavegur y la ciudad te guiña un ojo. Pubs, tiendas vintage, galerías alternativas y un museo dedicado, ni más ni menos, al falo. Sí, has leído bien: aquí la irreverencia es deporte nacional. Piérdete entre las calles que llevan nombres de dioses nórdicos y sentirás que el tiempo es solo una excusa para seguir explorando.

Islandia, tierra de fuego y hielo 84

En el Puerto Viejo, antiguos contenedores de mercancía se han transformado en cafeterías con vistas al mar, y las cabañas de pescadores son ahora restaurantes modernos donde se sirve la sopa de langosta como si fuera un rito iniciático. Los fines de semana, el bullicio del mercadillo se mezcla con el rumor de los barcos y el olor a mar recién estrenado. Aquí, el tiempo pasa distinto, y cada esquina cuenta una anécdota.

Cae la noche y el Harpa Concert Hall se ilumina como si fuera una nave espacial a punto de despegar. Su fachada de cristal hexagonal refleja el cielo y el mar, y los músicos lo han adoptado como su refugio favorito. Algunos dicen que escuchar música en el Harpa es una experiencia extraterrestre. No puedo negarlo, pero me reservo el derecho a pensar que el verdadero espectáculo ocurre fuera, donde la aurora boreal hace de telón de fondo a cada melodía.

“En Islandia, la belleza es caprichosa: se deja ver solo si la buscas.”

Islandia es sabor, riesgo y anécdota: gastronomía para valientes

La comida en Islandia es una experiencia para los sentidos… y para el orgullo. Sopa de langosta, bacalao y salmón desfilan por las mesas con la misma naturalidad con la que un islandés se mete en una piscina termal en plena tormenta de nieve. Pero si de verdad quieres presumir de haber vivido Islandia, tienes que probar el tiburón fermentado —una prueba de coraje que separa a los turistas de los viajeros— o lanzarte a devorar un perrito caliente en Bæjarins Beztu, el puesto más famoso y mejor valorado de Europa.

Islandia, tierra de fuego y hielo 85

Si sobrevives a este menú, puedes decir con la cabeza bien alta que Islandia ya es parte de ti. O que tú formas parte de ella, al menos hasta que el estómago diga basta.

El reino de las ballenas y la épica de Husavik

De la vibración urbana saltamos al Atlántico norte. Husavik es el punto donde la naturaleza se sienta en primera fila. Aquí, el mar es teatro y las ballenas son actrices de un espectáculo que, juran los lugareños, nunca defrauda. El avistamiento es tan seguro que si no ves ballenas, te invitan a volver gratis. Aquí no existen las medias tintas: ballenas jorobadas, minke, y hasta la escurridiza ballena azul pueden aparecer a pocos metros del barco, en una coreografía que solo la naturaleza puede orquestar.

El Museo de la Ballena es parada obligada para entender cómo Islandia pasó de cazar estos gigantes a admirarlos, en una historia donde la fuerza y el respeto se dan la mano. El pueblo de Husavik, con sus casas de madera de colores y su iglesia de cuento, es la postal perfecta de esa Islandia que no teme al frío porque se calienta con historias.

Círculo Dorado: cuando la tierra respira

Si hay una ruta capaz de condensar toda la esencia islandesa en un solo día, esa es el Círculo Dorado. Aquí, el viajero se convierte en explorador, geólogo y héroe de su propia saga. El Geysir —el padre de todos los géiseres— ya no erupciona, pero su primo Strokkur se encarga de mantener viva la tradición lanzando chorros de agua hirviendo cada pocos minutos. La advertencia es clara: si te descuidas, sales empapado y purificado. Nadie dijo que Islandia fuera para pusilánimes.

La cascada Gullfoss es un rugido, un abismo de espuma y arcoíris donde el río Hvítá se deja caer en una coreografía hipnótica. Algunos dicen que mirar Gullfoss durante cinco minutos cura cualquier melancolía. No sé si es cierto, pero sí puedo asegurarte que el tiempo se detiene mientras el agua golpea el aire.

En Thingvellir, las placas tectónicas de América y Eurasia se separan ante tus ojos. Es el único lugar del mundo donde puedes caminar, literalmente, entre dos continentes. Además, aquí nació el primer parlamento democrático del planeta, allá por el año 930. Si alguna vez te has preguntado de dónde viene esa mezcla islandesa de independencia y locura, la respuesta está escrita en estas piedras.

Y si aún tienes fuerzas, el cráter Kerid te espera: un lago turquesa en el fondo de un volcán rojo, tan fotogénico que cuesta creer que sea real. Si no te haces una foto aquí, ¿puedes decir que estuviste en Islandia? Yo, por si acaso, tengo la mía colgada en la nevera.

“En Islandia, las certezas se disuelven como la nieve en primavera.”

Vatnajökull: caminar sobre el tiempo y desafiar al futuro

Pero no todo es fácil. Caminar sobre el glaciar Vatnajökull es entrar en un mundo de azul eléctrico, grietas infinitas y cuevas esculpidas por dioses aburridos. Aquí, el silencio es tan profundo que hasta los pensamientos hacen eco. Rutas guiadas, crampones y piolet en mano: así es como se enfrenta uno a la inmensidad de un glaciar que parece no tener fin.

En invierno, el glaciar se transforma. Aparecen cuevas de hielo azul donde la luz se filtra como en una catedral submarina. Es un espectáculo efímero, una belleza tan extraña que te obliga a preguntarte si lo has soñado o si de verdad estuviste allí. Desde el glaciar, las vistas alcanzan volcanes, montañas y, con un poco de suerte, alguna aurora boreal despistada. Nada más humano que mirar al cielo y esperar un milagro, ¿verdad?

Reikiavik en un día: el arte de la condensación islandesa

Dicen que recorrer Reikiavik en un solo día es una locura, pero la ciudad está hecha de pequeñas locuras. Desde la Hallgrímskirkja hasta el Puerto Viejo, pasando por la calle de colores Skólavörðustígur y el lago Tjörnin, cada parada es una página de un libro que no quiere acabarse nunca. El ayuntamiento, moderno y funcional, esconde una maqueta 3D de Islandia que parece decirte: “Esto es solo el principio”.

Y si te quedan fuerzas, camina hasta el Harpa y quédate mirando su fachada hasta que la noche islandesa lo cubra todo. Descubrirás que en Islandia no se trata de ver, sino de sentir. De dejarse sorprender, de abrir la puerta a lo inesperado y abrazar la extrañeza como quien abraza a un viejo amigo.

“Islandia no es un lugar, es una provocación constante a la rutina.”

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

“Más vale perderse en Islandia que encontrarse en cualquier otro sitio.” (Refrán improvisado)
El Círculo Dorado, con Geysir y Gullfoss, es la promesa cumplida de una tierra que respira libertad y fuerza.

Y ahora que lo has leído, dime: ¿Te atreves a escribir tu propia historia entre el fuego y el hielo? ¿O prefieres seguir soñando con un mundo donde la rutina nunca pone un pie? La última palabra, como siempre en Islandia, la tiene la naturaleza. ¿Apostamos a que te sorprende?

“En Islandia, cada día es una aventura y cada rincón, una excusa para empezar de nuevo.”

Descubre La Orotava, joya cultural de Tenerife

¿Es LA OROTAVA el laboratorio retrofuturista definitivo del turismo cultural? LA OROTAVA reescribe el turismo del futuro con tradición y tecnología

La Orotava es mucho más que un destino, es ese lugar donde el pasado y el futuro bailan juntos y se ríen de quien intenta ponerles fecha. Sí, lo confieso: en mis primeros pasos por las calles empedradas de La Orotava, sentí el vértigo de quien viaja en el tiempo sin moverse del sitio. En La Orotava y no es casualidad, cada esquina esconde un enigma, una paradoja, una invitación descarada a perderse y, de paso, encontrarse. ¿Turismo cultural sostenible? Por favor, eso es solo la excusa. Lo que aquí se vive es otra cosa: una especie de hechizo retrofuturista que juega a ser laboratorio del mañana sin perder nunca la compostura isleña.

A veces, lo más difícil es atreverse a iniciar ese viaje al corazón de Tenerife que promete desafiar el sentido común y el reloj de pulsera. Pero, ¿quién podría resistirse a una tierra donde las calles parecen laberintos de historias y el paisaje invita a perder la noción del tiempo? En La Orotava, cada paso es una apuesta por lo inesperado, por ese pulso antiguo que sigue latiendo bajo la piel moderna del municipio.

No hace falta ser un sibarita para descubrir que el verdadero turismo de lujo en Tenerife está más cerca del arte de sorprenderse que del de aparentar. Aquí, el futuro se cuela entre las grietas de la tradición y la tecnología no solo deslumbra, sino que ayuda a mirar el mundo con otros ojos. Hay destinos que buscan impresionar; La Orotava, en cambio, se limita a seducir, convencida de que el lujo es, en realidad, un guiño travieso entre siglos.

Descubre La Orotava, joya cultural de Tenerife 89

«El futuro no espera a nadie, pero en La Orotava le invitan a un café.»

En algún punto de esta villa, las tradiciones milenarias se han aliado con tecnologías dignas de una novela de ciencia ficción. Me atrevería a decir que, en La Orotava, la innovación no llega en zapatillas, sino con bastón de caoba y sombrero de copa. El presente aquí no existe: es solo una costura entre dos épocas que no paran de rozarse. Pero antes de desvelar el truco, déjame que te cuente cómo se siente caminar por sus calles con unas gafas de realidad aumentada, esas que te susurran historias de fantasmas aristocráticos y te invitan a cruzar el umbral de la Casa de los Balcones como si fueras un personaje de García Márquez… o de Black Mirror.

«La Orotava no es un decorado, es una máquina del tiempo sin manual de instrucciones»

La primera vez que entré en la Casa de los Balcones me topé con un escenario que parecía salido de un sueño de Da Vinci: paneles interactivos, hologramas de muebles desaparecidos, conversaciones de época flotando en el aire. Aquí la inteligencia artificial se pone al servicio de la nostalgia, devolviéndonos no solo imágenes, sino emociones, olores, fragmentos de un pasado que se niega a ser solo postal. El turismo cultural se reinventa sin pudor, dándole a cada visitante la posibilidad de ser cronista y protagonista al mismo tiempo. No es mirar: es habitar otra época. Y si uno se deja llevar, termina creyendo que las paredes susurran y las baldosas guardan secretos.

Pero también, cada esquina tiene su propio misterio, y cuando crees haberlo visto todo, aparece el Museo de Artesanía Iberoamericana y te pone a fabricar cerámica virtual con las manos de un maestro que vivió dos siglos antes que tú. Te ves allí, modelando barro digital mientras en tu auricular suena el eco de antiguos talleres, y te preguntas cuándo fue la última vez que el futuro y el pasado se dieron la mano con tanta naturalidad.

En la Iglesia de La Concepción, como pudimos comprobar en FITUR, ya es posible que los sensores biométricos capten tu ánimo —sí, tu ánimo— y transformen el espacio sagrado en una sinfonía personalizada de luces y sonidos. ¿Quién dijo que la espiritualidad era inmune a los algoritmos? Aquí, la cúpula inspirada en Florencia se convierte en pantalla panorámica, y las ceremonias históricas se cuelan entre los vitrales como si todo estuviera ocurriendo ahora mismo, aunque lleve siglos dormido.

“El arte de caminar entre siglos sin tropezar reside en saber escuchar los susurros del empedrado”

Cuentan los viejos del lugar —y algunos turistas despistados— que las alfombras del Corpus Christi son como un sueño colectivo, una explosión de color y paciencia efímera que ya era viral antes de que existieran las redes sociales. Pero aquí no basta con repetir el rito: en FITUR pudimos ver el resultado de drones silenciosos sobrevolando la Plaza del Ayuntamiento, registrando cada movimiento, archivando el pulso de los artistas y convirtiendo el arte efímero en memoria digital. Es la tecnología puesta al servicio del asombro, permitiendo que cualquier persona, desde cualquier rincón del planeta, participe en la creación de estas obras que solo duran lo que dura el perfume de una flor recién cortada.

Y si miras la plaza desde el presente, verás alfombras vibrantes y alegres. Pero si activas tu dispositivo de realidad aumentada, descubrirás alfombras de otros años superpuestas como hojas de un mismo libro, mezclando estilos, colores, y secretos familiares. Es el espectáculo de la tradición saltando el muro del tiempo gracias a la tecnología.

Jardines y la nueva edad de oro del plátano

Descubre La Orotava, joya cultural de Tenerife 90

En los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja, la jardinería ya no es solo oficio, cada flor tiene su biografía; cada hoja, su bitácora climática. Todo huele a orden y a locura, como si la naturaleza hubiera aprendido a programar el presente.

En las fincas de plátanos, la historia se reinventa. Uno camina entre las filas verdes y escucha e imagina a los agricultores del pasado contar cómo era la vida antes de los sensores y los drones. No sé qué opinaría el abuelo de todo esto, pero seguro que estaría orgulloso de que el plátano canario, emblema de fuerza y libertad, siga creciendo entre la bruma y la innovación, en un presente cada vez más marcado por la tecnología.

«La tradición no es una jaula, es una catapulta al futuro.»

Gofio y gastronomía de precisión

Descubre La Orotava, joya cultural de Tenerife 91No puedo evitar sonreír al entrar en el Molino de Gofio La Máquina. Todo sigue oliendo a infancia, a harina tostada, a entrañables historias de abuelas y abuelos. Pero es fácil imaginar un futuro en que cada grano molido quede registrado en una cadena digital que certifique su autenticidad: tecnología blockchain en estado puro. En el futuro todo estará trazado y sellado. Hasta podremos recibir nuestro propio gofio personalizado, según nuestro perfil nutricional, analizado por sensores biométricos que no pinchan ni molestan. Es el futuro de la gastronomía ancestral con bata de laboratorio que ya se está ensayando para que termine de llegar hasta los rincones más tradicionales, como este.

Y claro, uno saldrá del molino convencido de que el futuro cabe en un saquito de gofio, siempre y cuando se sepa honrar el pasado. Sin embargo hoy, todavía podemos disfrutar de un lugar marcado por la tradición. 

Playas inteligentes, sol eterno y la paradoja del tiempo lento

En las playas de El Rincón y El Bollullo, la naturaleza tiene un aliado inesperado en la sostenibilidad, a la que en el futuro próximo, como ya está ocurriendo en miles de playas, se le añadirán sensores que miden la calidad del agua y el aire, paneles solares que alimentan bancos y sombrillas, y sistemas que informan —sin agobiar— de cada cambio meteorológico. Es el ocio entendido como pacto con la naturaleza, donde el descanso también suma para el futuro energético del lugar.

Y luego está la gran paradoja: mientras todo parece acelerarse, en La Orotava la lentitud se convierte en lujo, en estrategia, en vanguardia. No hay prisa por llegar porque el destino es, en realidad, el propio viaje. El municipio presume de su sello Cittaslow —el primero en Canarias— y lo hace con la picardía de quien sabe que la verdadera modernidad no está en correr, sino en saber parar y mirar.

Aquí, proyectos como Biosakura, Coveé Enoteca, Finca Marañuela, Slow Coffee Tenerife o Tenique Outdoor son ejemplo de empresas que combinan ese respeto ancestral por la tierra con la osadía de probarlo todo, siempre atentos a la tradición pero con un ojo puesto en el futuro. Un modelo de turismo que respeta la libertad y el ritmo natural de las cosas mientras se deja conquistar por la inteligencia artificial más puntera.

Descubre La Orotava, joya cultural de Tenerife 92

Abama Hotels, o el arte de dormir en el futuro sin dejar de soñar con el pasado

No podía faltar la experiencia hotelera llevada al extremo. Abama Hotels se presenta como el gran laboratorio de hospitalidad del futuro, un oasis donde las suites parecen estar pensadas para ti. En el restaurante MELVIN, los vinos parten de la sabiduría y la irreverencia de una noche de verbena. Y en el Sandára Wellness & Spa, la tradición volcánica canaria se hace notar en tratamientos dignos de una novela de Julio Verne.

Si te preguntas qué pinta todo esto en un pueblo con tanto arraigo, la respuesta es sencilla: aquí el lujo es entender que pasado y futuro pueden dormir en la misma cama, siempre que se respete la naturaleza de cada uno.

“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)

“En la vida, como en el arte, el futuro pertenece a quienes se atreven a inventarlo.” (Inspirado en Paul Éluard)

La Orotava y su turismo cultural sostenible son el experimento mejor logrado del presente
El futuro es ahora: la tradición y la tecnología caminan de la mano en La Orotava.

Y ahora, dime: ¿quién puede resistirse a un destino donde cada paseo es un experimento, cada comida una cápsula del tiempo, cada experiencia un guiño entre siglos? La Orotava no es solo un lugar, es una pregunta lanzada al aire: ¿te atreves a vivir el turismo cultural del futuro, hoy mismo, y en sandalias?

¿O eres de los que prefieren esperar a que el futuro llegue, con el riesgo de descubrir que, en La Orotava, siempre va un paso por delante?

¿Son los SPA HOTELS KENT la última obsesión del turismo vintage inglés?

¿Son los SPA HOTELS KENT la última obsesión del turismo vintage inglés? ¿Por qué los SPA HOTELS KENT conquistan con masajes rústicos costeros?

🌊 La primera vez que visité los SPA HOTELS KENT sentí algo que pocas veces se experimenta: un auténtico viaje en el tiempo. Como amante empedernido del bienestar junto al mar, no esperaba que aquella escapada terminara atrapándome con una sensación tan profunda de nostalgia retro combinada con futurismo sensorial. Pero lo hizo. ¡Y de qué manera!

Porque sí, queridos lectores, hay algo extraordinariamente magnético en estos hoteles. Más allá de ser simples lugares donde darse un masaje rústico costero o desconectar durante fines de semana de wellness, estos destinos son verdaderas máquinas del tiempo donde conviven épocas que parecían irreconciliables. Y eso tiene un encanto que engancha.

¿Quién diría que la vieja Inglaterra, esa de postales antiguas y aromas a té Earl Grey, pudiese convertirse en un santuario futurista del bienestar? Pues eso precisamente es lo que ofrecen estos hoteles spa en Kent: una mezcla deliciosa entre el ayer y el mañana, con tratamientos innovadores, pero también con un guiño constante al turismo vintage.

¿Son los SPA HOTELS KENT la última obsesión del turismo vintage inglés? 96

Origen: The six best spa hotels in Kent

El irresistible glamour vintage y futurista de los SPA HOTELS KENT

Al llegar a Rowhill Grange & Utopia Spa, comprendí que estaba frente a algo singular. A primera vista, es una mansión tradicional del siglo XVIII con interiores de madera pulida, suelos de mármol y esa luz tenue que invita a susurrar. Pero no te equivoques: detrás de esa fachada retro, existe un spa puntero donde los masajes y rituales, inspirados en la naturaleza, se mezclan con tecnología digna de película de ciencia ficción. Es la esencia del estilo retro spa: tradición y sofisticación bailando en armonía.

A kilómetros de allí, en la costa misma, descubrí otro de mis refugios preferidos: el Best Western Premier Dover Marina Hotel & Spa. Imagina una ventana abierta al mar, aromas salinos y masajes rústicos costeros con vistas infinitas al horizonte. Aquí, la experiencia sensorial alcanza niveles casi poéticos, especialmente cuando los masajes fusionan el rumor del oleaje con la brisa fresca del Canal de la Mancha. «No hay estrés que sobreviva al ritmo pausado del mar».

Bienestar atemporal y fugas sensoriales en Kent

Sin embargo, no todo son olas y vientos marinos. En The Spa Hotel, una joya de finales del XVIII, el lujo vintage se respira en cada esquina. Recuerdo pasear entre sus jardines, con la ilusión fugaz de encontrarme con algún personaje escapado de una novela de Jane Austen. Pero la fantasía se esfuma cuando entras en su spa, equipado con instalaciones modernas que parecen recién salidas de algún laboratorio secreto. Aquí, los fines de semana de wellness cobran sentido: desconectas del mundo, reconectas contigo mismo, y sales sintiéndote otro.

Pero también existen rincones para quienes buscan una experiencia más natural, como el London Beach Country Hotel Spa & Golf Club. Aquí, el bienestar se vuelve simple, casi bucólico: masajes rústicos costeros, naturaleza virgen y un estilo retro que evoca tiempos en que la vida no tenía tanta prisa.

¿Y si el futuro del spa está en un pasado reinventado?

Otra parada ineludible fue el Brandshatch Place Hotel & Spa. Este lugar es un auténtico tributo al turismo vintage kentiano, con habitaciones clásicas y una piscina que parece sacada de películas antiguas. Sin embargo, sorprende su apuesta decidida por técnicas modernas de spa, creando esa dualidad entre lo retro y lo contemporáneo que tanto seduce.

La curiosidad también me llevó a descubrir el Ashford International Hotel & Spa, que escapa un poco de lo retro y se decanta más hacia lo contemporáneo. Sin embargo, incluso aquí percibí el suave latido del pasado en detalles que recordaban épocas doradas, sin renunciar nunca al confort actual. «El futuro es irresistible, pero más aún cuando lleva aromas del pasado».

Y hablando de experiencias realmente diferentes, debo mencionar TOR Spa Retreat, una joya escondida donde los masajes tienen un sabor exótico, casi espiritual, inspirados en técnicas milenarias ayurvédicas en medio de un paisaje de lago, quietud y serenidad. Aquí el tiempo se diluye y te preguntas: ¿Dónde estoy exactamente?

Retrofuturismo costero: un estilo que seduce los sentidos

Aún queda más. Si amas el turismo vintage más auténtico, el Walpole Bay Hotel Margate te atrapará. Este hotel Edwardiano conserva intacta la magia de los viejos tiempos, con salones de té que parecen sacados de una postal antigua. Y aunque su spa no compite en modernidad con otros, su experiencia sensorial vintage es incomparable. «Allí entiendes que el auténtico bienestar es disfrutar el tiempo sin prisas ni relojes».

Si ampliamos la mirada al sudeste inglés, descubrimos competidores dignos, como Champneys Forest Mere o el Lifehouse Spa & Hotel, donde el lujo retro y las terapias modernas conviven en armonía perfecta. Allí comprendí que Kent no está solo en esta aventura retrofuturista del wellness.

El wellness vintage es el nuevo lujo en Kent

Hay lugares que no puedo dejar pasar por alto, como The Grand Hotel, auténtica nostalgia victoriana frente al mar, o Ockenden Manor Hotel & Spa, que logra un equilibrio imposible entre la belleza histórica y la tecnología vanguardista de bienestar.

Pero también existe Bailiffscourt Hotel & Spa, que parece escapado de un cuento medieval, ofreciendo bienestar vintage con tratamientos tan modernos como sorprendentes. O el SenSpa at Careys Manor, donde técnicas orientales y estilo retro conviven en una deliciosa paradoja de los sentidos.

“El lujo retro no pasa de moda, solo se reinventa”

La frase anterior toma forma especialmente en el Alexander House and Utopia Spa, otro templo del lujo atemporal donde lo vintage y lo futurista parecen competir en un duelo constante, pero armonioso.

“El pasado es eterno cuando se vive con estilo retro y visión futurista”

Estos hoteles no solo son lugares donde escaparse un fin de semana. Son viajes sensoriales que despiertan emociones contradictorias: nostalgia y sorpresa, calma y aventura.

Al terminar mi travesía por estos spa hotels en Kent, quedé convencido de algo: aquí no solo se vende bienestar, se vende un regreso consciente a un estilo de vida donde la prisa es tabú y donde el lujo no es cuestión de ostentación, sino de pura experiencia sensorial.

Después de todo, ¿qué es realmente el bienestar, sino volver a sentirnos libres y auténticos, aunque sea solo por un fin de semana?

Quizás, queridos lectores, los SPA HOTELS KENT nos estén revelando que para mirar hacia adelante, primero hay que aprender a mirar hacia atrás. ¿Te atreves a descubrirlo?