Descubre la leyenda del templo de Angkor

Descubre la leyenda del templo de Angkor

La idea principal que ronda tanto a aquellos que organizan como aquellos que contratan un viaje combinado a Vietnam y Camboya es poder captar la esencia de una región, el sudeste asiático, donde cultura, historia milenaria y parajes de impresión se funden en un mismo lugar, y es concretamente en Camboya, en el templo de Angkor donde de manera más significativa se dan estos tres elementos descritos. ¿Quieres descubrir qué historia hay detrás de este impresionante templo Patrimonio de la Humanidad?

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La grandeza de Angkor

Comencemos por describir el lugar como la mayor estructura religiosa jamás construida y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo. Con estos datos ya tendríamos que tener suficiente como para querer tomar el primer vuelo y visitar tan magno legado histórico, pero es que si algo caracteriza a Angkor es que tan inmenso es lo que se ve, como lo que no se ve: la historia que ocultan sus muros.

Construido en la Edad Media, a principios del siglo XII, fue concebido como el centro político y religioso del imperio Jemer, siendo un esplendoroso centro de culto y gobierno que llegó a albergar a 20.000 birmanos, imponente cifra que no impidió que tres siglos más tarde y tras varias guerras, Angkor fuera abandonada a su suerte.

Nadie sabe a ciencia cierta qué motivo el abandono de Angkor, que apenas quedó como centro de culto para varios monjes budistas pero sin ningún tipo de actividad como ciudad, pero sí que su complicada situación geopolítica la condenó al olvido durante varios siglos oculta de la mirada del hombre entre la selva birmana.

El redescubrimiento de Angkor

Desde su abandono en el s. XV, cuenta la leyenda que nada se supo ni nada hacía sospechar a las culturas occidentales que tras los espesos bosques se escondía una portentosa ciudad de piedra hasta que, ya a finales del s. XIX, el naturalista francés Henri Mouhot se topara con el templo accidentalmente mientras cazaba mariposas.

Este hecho está calificado como leyenda ya que sí que se han registrado noticias de visitas de pobladores occidentales como el monje capuchino portugués ya en 1586, cuyas impresiones quedaron reflejadas en documentos históricos y rezan lo siguiente:

“Una construcción de tal modo extraordinaria que no es posible describirla por escrito, especialmente diferente de cualquier otro edificio en el mundo. Posee torres, decoración y todos los refinamientos que el genio humano puede concebir” (fuente: Wikipedia)

Tan sabia descripción no quedó como único legado de visitas extranjeras tras el abandono. En 1857, (poco antes de la fecha del “redescubrimiento”) el misionero francés Charles Emile Bouillevaux fue el primero en dejar constancia “moderna” de la visita de un occidental a Angkor Wat, contando lo siguiente del admirado templo:

“Uno de esos templos, rival del de Salomón, y erigido por algún antiguo Miguel Ángel, podría ocupar un honorable lugar entre nuestros edificios más bellos. Es mayor que cualquiera de nuestros legados de Grecia y Roma, y presenta un triste contraste con el estado de barbarie en que ahora se halla sumida la nación” (fuente: Wikipedia)

Angkor hoy día

Angkor ya jamás volvió a ser la dinámica ciudad que era al momento de su creación, pero sí que se ha convertido en un igualmente dinámico centro turístico de primer nivel.

Desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad en 1992 (ratificada en 1995 tras los trabajos de conservación y difusión emprendidos por el gobierno birmano) y sobre todo con la normalización del estado político de Birmania (que fue frecuentemente azotada por las guerras) no sólo ha sido fruto de restauraciones y múltiples estudios sobre lo inquietante de su construcción, única en el mundo, sino también foco del turismo internacional, alcanzando cotas que se acercan al millón de visitantes en 2008.

Las últimas noticias que hemos recibido sobre los estudios de la enigmática Angkor revelan que bajo la planta de toda la ciudad se encuentra oculta y enterrada una segunda ciudad, sobre la que se alzó hace ya diez siglos esta construcción que aún fascina y crea sorpresa a quienes se acercan a sus encantos.

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