Qué debo tener en cuenta a la hora de viajar al sudeste asiático
El sudeste asiático está de moda. Pero no se trata de una tendencia por descubrir un nuevo rincón del planeta: los viajes organizados a Camboya, Myanmar, Tailandia y otros tantos países que forman esta hermosa región prometen una experiencia que va más allá de encontrarnos con un lugar paradisíaco.
El sudeste asiático no sólo son playas de arena fina entre imponentes formaciones geológicas o selvas de gran densidad donde no tener miedo a perderse: la rica historia de lugares de gran mística como Angkor Wat invitan a recorrer estos rincones mientras se aprende sobre la historia local y las grandes leyendas que se respiran en el ambiente.
Pero llegar a este enigmático conjunto de países requiere de ciertos requisitos y recomendaciones para que no sólo podamos entrar en la región, sino también disfrutar al máximo de una experiencia sin duda inolvidable: ¿qué debo tener en cuenta al viajar al sudeste asiático?
Imagen: exoticca.com
No olvides solicitar visado
Lo primero para poder pisar países como Camboya es tener un visado que te permita entrar en el país de forma legal.
Tramitar el visado no tiene ningún tipo de complicación y se puede obtener en el mismo día de su solicitud, normalmente en el mismo aeropuerto de llegada. Para ello debemos preparar dos fotografías tamaño carnet y tener el pasaporte en regla para un plazo mínimo de seis meses. También podemos realizar la solicitud online, pero no es recomendable debido a que en algunas fronteras no se acepta el documento electrónico.
Una vez completado el trámite se debe pagar los 30 dólares en efectivo, pudiendo disfrutar de una estancia de un mes como máximo de duración.
Asegúrate
No es que el sudeste de Asia resulte peligroso, pero en viajes de larga duración y en los que no nos encontremos en regiones afines que puedan sernos de fácil acceso en el caso de necesitar ayuda diplomática o policial (como es el caso de aquellas fuera de la Unión Europea o donde se hable otro idioma), mucho mejor contar con un seguro que pueda cubrir cualquier gasto extraordinario en caso de necesitar asistencia médica, ayuda ante pérdida o sustracción de documentación o dinero, etc.
En el caso de los viajes organizados, incluyen estas pólizas en sus precios, por lo que si dudas si es una buena opción este tipo de compañías, sin duda este apartado puede serte de mucha utilidad para decidirte por ellas.
¿Debo vacunarme?
El requerimiento de vacunas específicas para viajar a los países del sudeste asiático cambia según hablemos de viajar a una zona tropical o a una zona urbana. En cualquier caso no se habla de riesgo ni de obligatoriedad en sí.
En el caso por ejemplo de Camboya, se solicita la vacunación ante la fiebre amarilla no por riesgo de contagio, sino por prevención de no introducirla en el país. Para ello, si no estamos vacunados contra la fiebre amarilla, debemos tener un certificado de exención que demuestre que no suponemos un riesgo de contagio (es el caso de personas que hayan estado en zonas de riesgo en los últimos 15 días).
Sí que se recomienda al ser un país con alta vegetación tropical, la medicación contra la malaria, sobre todo si acudimos “a la aventura” y nos adentramos en sus densas selvas. Esta recomendación es la misma que se realiza en países con las mismas peculiaridades.
Actúa civilizadamente
Este consejo no debería ser excepcional a ningún rincón del mundo, pero debemos hacer énfasis al hablar del sudeste asiático por sus arraigadas costumbres y su alto respeto por las autoridades civiles y religiosas.
Es el caso de que algo tan natural como mostrar afecto en público está mal visto, así como no descalzarse en templos y casas privadas. La ropa “poco decorosa” está prohibida en lugares de culto y mal vista en general.
Lo mejor es en estos casos investigar previamente sobre las costumbres de cada país: nos servirá para desenvolvernos cómodamente al interactuar con la población y para descubrir curiosidades como que está muy mal visto pinchar los palillos en el arroz (se usa arroz para clavar las varillas de incienso en las ofrendas) o que las tuberías del inodoro son incapaces de tratar el papel higiénico, por lo que puedes producir atascos lanzándolo por el WC.
