Fuerteventura es una isla alejada de multitudes. Miguel de Unamuno ya se enamoró de ella por sus bellos, extraños y solitarios paisajes cuando estuvo desterrado en la isla por razones políticas. Aquí no hay prisas, no hay contaminación, ni aglomeraciones, ni ruido. Todo es calma y belleza tranquila. Cielos limpios y aguas transparentes.
Fuerteventura es un lugar paradisíaco. Al norte, está el Islote de Lobos, un lugar casi vírgen, de los últimos que quedan en Europa. Con playas en calma, una eterna primavera es un lugar de obligada visita. Es uno de los espacios más bellos de Fuerteventura. En el habitan todavía 130 especies vegetales y una buena cantidad de especies animales. Un buen lugar para el buceo.
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La última y única vez que visite el islote fue en la carrera a nado,se juntaron cientos de personas nadando y en embarcaciónes para hacer el recorrido hasta la isla. Fue espectacular, os lo recomiendo.