Fushimi Inari, inmortalizado en la película Memorias de una Geisha, es el primordial santuario sintoísta de Kioto, está dedicado al dios de los negocios.
Es para muchos el templo más conocido: el Fushimi Inari Taisha, que quedó inmortalizado en la película Memorias de una Geisha. Se trata del primordial santuario sintoísta de la urbe, está dedicado al Dios Inari, deidad de los negocios y la prosperidad.
El Fushimi Inari Taisha está a unos diez kilómetros de Kioto, llegar hasta acá es sencillísimo, es suficiente con tomar en la estación central de Kioto uno de los trenes de la Línea JR Nara, sentido Nara, y bajarse en la parada Inari, unos cinco minutos de recorrido.
El templo está ubicado en la cima de una colina a doscientos treinta y tres metros sobre el nivel del mar. Para alcanzarla hay que recorrer cuatro kilómetros, empleando cerca de tres horas en la visita mas no todos y cada uno de los turistas llegan hasta allá. Solamente salir del tren atravesamos tiendas, puestos de comida y souvenirs hasta encontrarnos con múltiples torii gigantes que dan acceso al santuario primordial.
A mitad de camino, aproximadamente, donde la ruta se vuelve más empinada está el Yotsutsuji intersección desde la que se tiene una bonita panorámica de la urbe de Kioto