Hay que destacar en este hotel el generoso espacio de las junior suite, y la monumental suite de cien metros cuadrados que esconde la parte más alta del tejado, con bar de libre uso con selección de alcoholes, baño abierto con jacuzzi y hasta telescopio sobre una gran ventana circular. Espacios de diseño de vanguardia y vistas a las montañas.
Este templo de la Buena Vida es de gestión familiar, y buena parte del éxito de este hotel está en ese saber hacer, ese ambiente de calidad en el que nos encontramos desde que llegamos a El Privilegio. Anabel y Juan Ignacio son grandes y discretos anfitriones, y sabemos que nuestros días en esta gran Casa de Tramacastilla de Tena serán para el recuerdo. Y para regresar, claro, porque este hotel puede presumir de un alto grado de clientes fieles.
Origen: El Privilegio de Tena, más nieve en el Pirineo de Huesca – elEconomista.es