La Ciudad Eterna no tiene precisamente escasez de sitios para comer. La cultura italiana es bien conocida por sus tradiciones familiares, que casi siempre se centran en los alimentos. Roma no debería ser diferente.
Flavio al Velavevodetto (ristorantevelavevodetto.it) siempre recibe críticas de cinco estrellas. Con razón por su deliciosa cocina tradicional y, sobre todo su pasta con queso de oveja y pimienta negra. Está ubicado en una calle tranquila en el borde de Testaccio. No suele haber muchos turistas (a pesar de su renombre). Cocina y clientes locales.
Puede ser difícil evitar los restaurantes turísticos, en torno a los monumentos históricos de la ciudad pues tratan de atraerte con descuentos. Cerca del Panteón, sin embargo, está La Ciambella (laciambellaroma.com). Platos a partir de los mejores ingredientes, por ejemplo, cordero con alcachofas fritas.
La Veranda (laveranda.net) es un restaurante en el Palazzo della Rovere, que data de 1480. Cuenta con techos abovedados y frescos impresionantes. Puede ser caro, sus platos principales cuestan €26. Solomillo con espárragos, taleggio, hierbas y ensalada de fresa.
En Soul Kitchen (lacucinadellanima.it) hay deliciosos platos de Puglia pero lo más destacado es la oportunidad de hacer tu propio tiramisú. Te ponen todos los ingredientes y tú haces tu postre, solo necesitas mezclar y esperar.